Cerca de 15 mil cajas con alimentos de primera necesidad están siendo distribuidas por Caritas Diocesana de Linares a los lugares más afectados por el terremoto y posterior tsumani que azotó duramente a nuestra región el fatídico 27 de febrero pasado.

Las canastas familiares son las que la ciudadanía aportó en conjunto con Falabella y Tottus, en una campaña a nivel nacional que tiene como objetivo brindar una ayuda a las miles de familias damnificadas tras la catástrofe y que están siendo distribuidas por Caritas Chile, que a su vez las hace llegar a las distintas Diócesis de los sectores más perjudicados.

Hasta nuestra Diócesis de Linares, han llegado cerca de 15 mil cajas de fácil distribución las que están siendo almacenadas en la Apícola San Ambrosio, como también en dependencias de Agrosilos, todas ellas con alimentos de consumo masivo como leche, arroz, aceite, harina y azúcar entre otros artículos como pañales, que se hacen indispensables para sobrevivir mientras se retoma, poco a poco, la tan ansiada normalidad.

Los camiones han sido despachados desde Santiago y luego de 6 horas de viaje, debido a los desvíos en la carretera 5 Sur y la precaución por los desniveles en la misma, causados por el terremoto, en Linares estaban siendo esperados por decenas de jóvenes voluntarios que sin importar la hora, descargaron los camiones, en muchas oportunidades concluyendo esta labor a altas horas de la madrugada. No obstante el premio a este esfuerzo, es entregar una sonrisa a las miles de familias que están recibiendo esta ayuda y que junto con ello, también reciben la ilusión de salir adelante.

La ayuda ha llegado ha todos los sectores de nuestra Diócesis, a través del párroco de la comunidad, quien conoce las necesidades del sector, no obstante es importante consignar que las cajas llegan a todos quienes los requieren sin discriminar por su credo religioso y basta sólo tener el requisito de necesitar esta importante ayuda.

Las cajas se han distribuido en comunidades desconocidas y que incluso se sitúan en el límite costero entre la séptima y octava región como Trehualemu, Quilicura y Canelillo, este último sector había inaugurado su capilla el pasado 16 de julio, sin pensar que solo siete meses después, un fuerte remezón haría caer todo su frontis, afortunadamente sin lamentar víctimas fatales ni heridos.

Fuente: Comunicaciones Linares


Linares, 10-03-2010