Entre ramos de olivos y aclamaciones, los católicos y cristianos recordaron este domingo la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. El Domingo de Ramos que da inicio a la Semana Santa, en que se rememora la pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios, fue celebrado por la Iglesia Católica Universal, y también local.

En la región de Aysén, todas las comunidades cristianas del Vicariato Apostólico rememoraron este suceso esencial en la vida de Cristo. Pero más allá del recuerdo, cada cristiano está llamado a vivir intensamente esta Semana Santa, y en este caso específico su propio Domingo de Ramos; así lo explicó Ana María Bugueño, que participa en la comunidad cristiana del centro de la Parroquia de Coyhaique, quién señaló que el domingo de ramos es “el recibir, el abrirle las puertas al Señor, aclamarlo con todo tu corazón y decirle una vez más: Señor, quiero que entres en mi vida”.

Por su parte, Hernaldo Saldivia, Encargado de la Pastoral Familiar del Vicariato Apostólico de Aysén, recalcó “que la Semana Santa no es una semana larga para vacaciones, sino una semana para la reflexión, para el recogimiento; especialmente, para dedicarla a la familia”, puntualizó.

Para vivir más intensamente la Semana Santa, las parroquias del Vicariato Apostólico de Aysén han preparado un programa de actividades y celebraciones (misas, confesiones, retiros, momentos de oración) que se inició con el Domingo de Ramos y que continuará con la Misa Crismal, ocasión en la cual se bendecirán los Santos Óleos y se renovarán las promesas sacerdotales.

La Misa Crismal, presidida por Monseñor Luis Infanti de la Mora, se realizará el martes 22 de marzo a las 20.00 horas en la Catedral de Coyhaique, y contará con la presencia de todos los sacerdotes de la Iglesia Católica de Aysén.

Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 20-03-2005