Con una catedral repleta de fieles, y la presencia del Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Emilio Cheyre, y del Ministro de Defensa, Jaime Ravinet, se celebró en horas de la tarde de ayer sábado una Santa Misa para orar por el eterno descanso de S.S. Juan Pablo II en la Catedral de Coyhaique.

Las máximas autoridades del Ejercito y la cartera de Defensa, quiénes se encontraban en visita oficial en la región de Aysén, al enterarse del fallecimiento del Sumo Pontífice decidieron asistir, en compañía de sus esposas, a la misa que había convocado Monseñor Luis Infanti de la Mora, Obispo Vicario Apostólico de Aysén.

Al finalizar la Eucaristía, ambos destacaron el enorme aporte que Juan Pablo II había realizado al pueblo de Chile y el gran ejemplo que fue hasta los últimos días de su vida.

El Comandante en Jefe del Ejercito manifestó que el Pontífice fue “un Papa que nos ha marcado por un largo periodo, para bien (...) que vino a Chile y nos dio mensajes de amor, de verdad, de paz. Un Papa que a los militares nos tenía muy cerca de su corazón. El decía que el ser militar no es una actividad más, sino que es una forma de vivir”, puntualizó.

Por su parte, el Ministro de Defensa reconoció la gran labor que realizó el Santo Padre en su mediación en el conflicto de Chile con Argentina y lo que significo en términos de la modernización de la Iglesia; señalando que “creo que fue un gran pontífice y especialmente benefició en un momento muy crítico nuestras relaciones con Argentina”, indicó.

Respecto a la participación de estas autoridades en la Eucaristía, Monseñor Luis Infanti de la Mora señaló que su presencia “indica una comunión de la Iglesia, donde autoridades y pueblos somos parte de este mismo dolor, de esta familia que es la Iglesia y que reconocemos que la acción del Papa Juan Pablo II ha ido mucho más allá de los confines que nosotros creemos”, puntualizó.

Finalmente, cabe señalar que al igual que en todas las Diócesis de Chile, en el Vicariato Apostólico de Aysén se abrió un libro de condolencias por la muerte de Juan Pablo II el que permanecerá en la Catedral de Coyhaique hasta que se elija el nuevo Papa.

Fuente: Comunicaciones Aysén

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Coyhaique, 03-04-2005