Ministros Extraordinarios de la Comunión de Coyhaique renovaron su compromiso

Este domingo en una Eucaristía en la Catedral

Ministros Extraordinarios de la Comunión de Coyhaique renovaron su compromiso

Tras un curso intensivo dictado por sacerdotes y laicos de la parroquia de Coyhaique, veinticinco ministros extraordinarios de la Comunión renovaron su compromiso.

 
Martes 28 de Junio de 2011
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Veinticinco fieles de la Parroquia de Coyhaique renovaron su compromiso como Ministros Extraordinarios de la Comunión de enfermos y del altar, este domingo 26 de junio, en la misa de las 11 de la mañana celebrada por el P. Agustín Poier en la Catedral.

La misión de los ministros extraordinarios de la Comunión consiste en apoyar la labor que desarrollan los sacerdotes en la distribución del Cuerpo de Cristo, tanto al interior del templo -durante las misas o liturgias- como en llevarlo hasta los hogares de personas que se encuentren enfermas y por lo tanto imposibilitadas de recibirlo en condiciones normales.

Este servicio pastoral realizado por laicos comprometidos posee una vigencia de un año, tiempo tras el cual deben participar en el curso de renovación que en esta oportunidad fue dictado durante dos jueves consecutivos por los sacerdotes Agustín Poier, Vladimiro Memo, y la encargada de liturgia Rosita Pino.

Para Paula Guzmán de la comunidad cristiana “Nuestra Señora de los Dolores”, ser ministra extraordinaria de la comunión es “un tremendo compromiso, ya que uno lleva un gran tesoro como es el Cuerpo de Cristo”. Esta misión, precisa Guzmán, debe ser realizada “con mucho amor, respeto y caridad”.

Respecto de cómo lleva adelante su servicio pastoral con los enfermos, Paula Guzmán explica que lo primero es ir a visitar a la familia y al propio enfermo, presentarse a nombre de la comunidad cristiana a la que uno pertenece y ofrecer la posibilidad de llevar la comunión semanalmente hasta la casa. Si la familia y el enfermo acceden se comienza con las visitas, que siempre se realizan luego de que el ministro participa de la Misa Dominical.

Además de portar la Ostia consagrada, se comparte la Palabra de Dios con el enfermo y su entorno familiar ya que la misión es evangelizar. Asimismo se establece un vínculo espiritual y afectivo, donde el ministro extraordinario de comunión se interioriza del estado de salud de la persona visitada.

Los ministros extraordinarios de la Comunión ejercen su servicio pastoral dentro de los límites del sector en donde está ubicada su capilla, y colaboran en la distribución del Cuerpo de Cristo entre los fieles en las liturgias y misas.

Fuente: Comunicaciones Aysén

Coyhaique, 28-06-2011