En un ambiente de comunión eclesial se vivió la “Misa Crismal” en el templo Catedral de Coyhaique, que celebró el Obispo de Aysén junto a los sacerdotes y diáconos de la Iglesia local.

La celebración, animada por la comunidad educativa del Liceo San Felipe Benicio, estuvo marcada por la renovación de las promesas sacerdotales del clero aysenino y la consagración del Santo Crisma y los óleos de los catecúmenos y de los enfermos, que se utilizan durante el año litúrgico para la administración de los sacramentos.

Iluminada por el Evangelio de Lucas, la homilía de la Misa Crismal se centró en el mensaje programático de Jesús dado a conocer en este texto bíblico. Al respecto, el Obispo de Aysén Luis Infanti, durante su homilía, recalcó la misión de Cristo y por ende de cada cristiano: descubrir el sello de Dios en lo pequeño, en lo cotidiano, en el sufrimiento.

Un enérgico llamado a cumplir la misión que Cristo nos encomendó con los pobres, los cautivos, los ciegos y los oprimidos, hizo el Obispo de Aysén a los fieles presentes en la “Misa Crismal”.
"Sera necesario ver quienes necesitan estos signos, a quien está dirigido Jesús en su misión. Esto nos ayuda a entender también cómo lo fue para Jesús, lo que es para nosotros la misión que nos viene de Jesús para realizar hoy en la Iglesia y más allá de la Iglesia, porque los hijos de Dios no son sólo los miembros de la Iglesia", indicó.

Uno de los fieles presentes en el templo Catedral, Eduardo Barreau, se hizo eco de la invitación hecha por el pastor de la Iglesia de Aysén en torno a ir al encuentro de los hermanos, más allá de la Iglesia.

"Creo que lo dijo el padre Obispo hay que salir a servir, realmente es un evangelio que hoy día nos pega fuerte en el tema que debemos, como dice Aparecida, salir realmente a misionar fuertemente a todos los cristianos", señaló.

Por su parte, Prosperina Cerón de la comunidad Cristo Obrero, valoró enormemente la fraternidad vivida durante la celebración, destacando la labor desarrollada por los sacerdotes de la región.
Durante la Misa Crismal, que en el resto de las diócesis se celebra el Jueves Santo por la mañana, se celebró y destacó la labor pastoral desarrollada por los sacerdotes y diáconos.

Uno de ellos, el sacerdote Porfirio Díaz, que atiende las comunidades cristianas al interior del Lago General Carrera, reflexionó sobre sus 24 años de pastor, destacando su fidelidad a la Iglesia local, compromiso que ha mantenido durante todos estos años.

"Hoy día yo defiendo el agua, lucho contra las represas, lucho contra todo aquello que atente contra nuestra tierra, contra nuestra gente, porque soy de ellos", expresó.

La Misa Crismal concluyó con fervientes aplausos para los sacerdotes y diáconos de la Iglesia de Aysén, quiénes fueron agasajados por la comunidad educativa del Liceo San Felipe Benicio con un presente para celebrar sus años de compromiso con Jesucristo y su iglesia.

Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 27-03-2013