A propósito de la llamada píldora del “día después” quiero señalar la importancia del “día antes”:
1. “El día antes” la sociedad entera y los medios de comunicación social, en particular, ¿procuran educar en la centralidad de la persona humana, en su dignidad inviolable, en el valor absoluto que tiene cada persona, independientemente de su condición social, económica, religiosa, etc?
2. “El día antes” la sociedad y sus diversos organismos intermedios, ¿procuran crear viviendas dignas y espacios adecuados para que las familias puedan vivir su intimidad gozosamente? ¿Es posible hacerlo en espacios de 30 ó 40 metros cuadrados, cuando los integrantes del núcleo familiar son cinco o más personas?
3. El “día antes” la sociedad entera, ¿busca generar una más equitativa distribución de los bienes, superando la brecha abismante de algunos que sólo en un mes ganan lo que un obrero obtiene en cinco años de trabajo?
4. El “día antes” la sociedad entera y los medios de comunicación social, ¿educan a valorar la sexualidad en su plena integración humanizadora o la banalizan a una superficialidad alienante desconectada del amor?
5. El “día antes” la sociedad entera reflexiona y se pregunta ¿qué país queremos de cara al bicentenario? El país goza de un desarrollo material indiscutible y valioso que nos enorgullece y con justa razón. ¿Basta ese desarrollo? ¿Dónde está el alma de Chile? ¿Cuál es el desarrollo del espíritu que queremos para todos los que vivimos en esta bendita tierra?
6. El "día antes" la sociedad entera ¿procura crear seres verdaderamente libres? Hace pensar fuertemente esta afirmación del célebre pensador Erick Fromm: "el hombre puede ser un esclavo sin cadenas; no se ha hecho más que trasladar las cadenas del exterior al interior del hombre. El aparato sugestionador de la sociedad lo atiborra de ideas y necesidades y tales cadenas son mucho más fuertes que las exteriores: porque éstas al menos, el hombre las ve, pero no se da cuenta de las cadenas interiores, que arrastra creyendo ser libre. Puede tratar de romper las cadenas exteriores, pero ¿cómo se librará de unas cadenas cuya existencia desconoce"?
El problema no es la píldora del “día después”. El problema es qué hacemos “el día antes”.
†Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua