Mensaje de la Conferencia Episcopal de Chile con motivo de la Eucaristía y encuentro fraterno chileno argentino "Bendito tú, Mensajero de la Vida y de la Paz"
Apreciados hermanos y hermanas de Argentina y Chile:
Con inmenso gozo nos unimos a este momento de encuentro fraterno y de plegaria con que las iglesias del Vicariato Apostólico de Aysén y de la diócesis de Comodoro Rivadavia han querido recordar los 25 años de Pontificado del Santo Padre, Juan Pablo 11.
Como pastores, tenemos aún en nuestra memoria los delicados momentos que vivimos los pueblos de Argentina y de Chile en aquellos meses finales de 1978. Ustedes, que experimentaron este mismo temor mucho más próximos a los territorios que originaban el diferendo, bien saben lo cerca que estuvimos de una contienda que habría significado dolor, destrucción, enemistad y huellas imborrables para nuestras historias.
Ha transcurrido un cuarto de siglo desde aquella época en que el Señor escuchó la oración de tantas familias y comunidades de un lado y otro de la cordillera de Los Andes, y puso a su Siervo el Papa Juan Pablo II como instrumento de Su Paz. Tanto en sus visitas apostólicas a nuestras australes repúblicas, como en las nuestras a la Santa Sede, los obispos de nuestras naciones hermanas no hemos dejado de agradecer al Santo Padre su generosa disposición, que encontró buena voluntad en las autoridades y nos permitió superar las diferencias y firmar la paz, para bien de todos.
Con especial gratitud recordamos también al Cardenal Antonio Samoré, quien, por encargo del Santo Padre, logró encauzar este delicado proceso en su fase inicial, la más compleja para el establecimiento del diálogo.
Hoy, cuando celebramos el vigésimo quinto aniversario del Pontificado de Juan Pablo 11, nos unimos con alegría a vuestro encuentro de hermanos en esa preciosa tierra que el Señor nos ha regalado. Junto a ustedes, damos gracias por su testimonio incansable de fidelidad a Jesucristo, que nos fortalece como Iglesia, y oramos por su salud y por sus intenciones.
A María Santísima, Virgen de la Paz, en esta capilla fronteriza, le encomendamos a nuestros pueblos argentino y chileno, hermanados por la tierra, por la fe y por la historia.
Por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile,
+ MANUEL CAMILO VIAL RISOPATRON
Obispo de Temuco
Secretario General
Conferencia Episcopal de Chile