El 8 de noviembre se inicia mes dedicado a honrar a la Virgen María. En este año se quiere destacar la espiritualidad mariana del nuevo santo chileno. Hoy, ya en los altares, él nos acompaña y guía con su testimonio de fe para alabar a María en el seno familiar y junto a nuestras comunidades.
La celebración del Mes de María es una tradición profundamente arraigada en nuestra Patria, herencia legada de muchas generaciones. La veneración a la Virgen María en Chile se remonta a la llegada de los españoles, cuando Pedro de Valdivia trajo en 1541 una imagen de la Virgen del Socorro que hasta el día de hoy se conserva en el templo de San Francisco.
El rezo del Mes de María comenzó a mediados del siglo XIX en el Seminario de Santiago, por iniciativa del sacerdote Joaquín Larraín Gandarillas, quien fue rector del Seminario y de la Pontificia Universidad Católica.
Junto a San Alberto Hurtado
Este año, la celebración del Mes de María está marcada por la reciente canonización del Padre Alberto Hurtado Cruchaga, quien sentía un profundo amor la Virgen. “La devoción a Nuestra Señora es un elemento esencial en la vida cristiana”, escribió el sacerdote jesuita hace más de cincuenta años invitando al pueblo chileno a acogerla como modelo de cooperación a la obra de Dios.
Mes de María misionero
Esta profunda espiritualidad mariana se expresó claramente en el documento “Mes de María Misionero”, preparado por el Equipo de Comunidades de la Vicaría Zona Oeste con ocasión del Mes de María 2004 y que se recoge también este año en una adaptación.
La hermana Manuela Christien, redactora del documento, comenta que el Padre Hurtado sentía muy cercana a María y consideraba la figura de la Virgen como la primera misionera. “El Padre Alberto Hurtado vivió el Mes de María muy atento no sólo al culto y la devoción, sino también a la realidad de su época”, por eso, explica la religiosa, esta publicación junto con invitar a la reflexión ayuda a aplicar las enseñanzas en la vida de cada uno.
El texto del año pasado se ha adaptado en una nueva edición para que pueda ser utilizado por las comunidades durante la celebración del Mes de María. Está a disposición de quien lo desee en la Vicaría Zona Oeste y tiene un valor de $500 pesos.
Fuente: DOP Santiago
Santiago, 07-11-2005