El Sábado 5 de noviembre de 2005 se realizó la graduación de la Escuela de Formación de Líderes cristianos 2005. A la misa asistieron unos 70 invitados, dentro de los cuales se contaban los 14 graduados, sus familias y amigos. Durante la homilía, el
Padre Tomás Scherz, llamó a los 14 jóvenes de la Escuela de Formación 2005 a estar preparados para el encuentro con Cristo en la vida diaria. “La VPU los ha preparado en el reencuentro con Cristo a través del año, ahora salgan también a descubrirlo al mundo que les toca vivir a cada uno de ustedes. Siempre estén dispuestos a recibir a Jesucristo”.
Luis Marchant, Coordinador General de la Escuela de Formación 2005,
explica que el trabajo se centró en “Mirar el ejemplo de liderazgo de Cristo contenido en el Evangelio”. Leo Muñoz, parte del equipo de Formación, explica al respecto que la metodología de trabajo se orientó al “cómo los chiquillos pueden aplicar este ejemplo en los proyectos de vida propios de los chiquillos”.
Marchant agrega que para esta labor “Se realizaron tres jornadas durante el año (de tres días de duración cada una). “Primero tomamos el nacimiento de Cristo en Belén y para ello realizamos una jornada llamada ‘Belén’ con los chiquillos donde asociamos el nacimiento de Cristo con el nacimiento de cada uno de ellos en el amor de Cristo. En segundo lugar tomamos la vida oculta de Cristo. Son los 30 primeros años de vida donde forjó lo que luego sería su liderazgo. Se hizo para ello la jornada ‘Nazaret’, donde los chiquillos revisaron su camino de fe y trataron de descubrir qué esperaba de ellos Cristo. La tercera jornada fue ‘Jerusalén’ donde Cristo invita a los chiquillo a responderle a Dios y a su voluntad”.
El período formación durante el año 2005 se complementó con talleres específico de habilidades y asistencia del grupo como comunidad a jornadas propias de la Vicaría Universitaria, tales como el retiro “Artesanos de la Vida 2005”.
El equipo formador estuvo compuesto por el Vicario de la Pastoral Universitaria, Padre Andrés Moro; Padre Tomás Scherz; Sergio Ubeda, psicólogo; Hernán Cofré, periodista y Coordinador de Pastorales Universitarias de la VPU; Ingrid Henríquez, egresada de Derecho de la U. De Chile; Pamela González, fonoaudióloga; Pamela González, ingeniro; y Leo Muñoz, geógrafo.
Los graduados
Los graduados fueron 14: David Castro (UTEM); Susana Cáceres (PUC); David Neira (U. Chile); David Mora (U. Chile); Rodrigo Alarcón (U. Chile); Paulina Medina (UBO); Felipe Riveros (UTEM); Gabriela Contreras (UCSH); Carmen Gloria Cea (U. Chile); Luis Berríos (USACH); Judith Guajardo (UTEM); Iván Tapia (UDP); Carlos Santibáñez (UNAB); Máximo Venegas (UNAB).
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David Castro, egresado de ingeniería en informática de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), destaca de la Escuela 2006 el “Habernos formado en el año como líderes con los valores cristianos firmes. Siento que al terminar este proceso hago el compromiso de seguir a Cristo”.
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Susana Cáceres, estudiante de Pedagogía de la U. Católica, dice que esta formación “Me permitió descubrir más claramente la presencia de Dios en mi vida y de lo que Él espera de mi. Lo que más me marcó fue el acompañamiento espiritual de los formadores. Uno a veces piensa que puede todo solo, pero el acompañarse de alguien de ‘Dios’ es algo muy bueno”.
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Rodrigo Alarcón, estudiante de derecho de la U. De Chile, dice que “Esto nos reafirma el amor a Cristo y la Iglesia y el compromiso de servir a todos como hermanos. Para mi esta escuela me ha servido para reafirmar mis valores cristianos, que pienso me va a servir mucho en mi vida profesional”.
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David Mora, estudiante de Pedagogía en Francés de la UMCE, reconoce que antes de la escuela era un ‘católico a su manera’. “Se me dio la posibilidad de hacer esta escuela. Sentía que podía ganar mucho. Al cabo de un año ha sido una experiencia espectacular desde el punto de vista, espiritual e intelectual. Las jornadas, retiros y el acompañamiento ha sido muy enriquecedor para mí”.
El Padre Tomás agrega que en el año de canonización del Padre Hurtado “A los jóvenes se les muestra a este santo chileno como paradigma de discipulado para todos los jóvenes, como un líder católico preocupado por lo social, por la justicia, por el prójimo en definitiva. Ser discípulo es ser amigo de Cristo, con la conciencia de que Él es la fuente y por eso se le sigue”.
Luis Marchant, al despedir la Escuela 2005 da gracias a Dios a nombre de todos por la posibilidad de poder formar líderes cristianos “Creo que en el equipo hay gente muy buena y que se la ha jugado mucho durante el año. Eso lo agradecemos como un don de Dios. Y a todos los de la Escuela 2005: ¡Juéguense por Cristo!”.
Fuente: http://www.vpu.cl
Santiago, 09-11-2005