El acercamiento a la vida cristiana no es una etapa fácil para un niño, que va entrando a la adolescencia, sometido a profundos cambios y muy susceptible a las presiones de sus amigos. Por eso, la Pastoral Vocacional organiza su encuentro de jóvenes y acólitos con el objetivo que los chicos puedan compartir sus experiencias, fortaleciendo su decisión de servir a Cristo.

Los 70 niños que llegaron al colegio Santa Marta, divididos en tres grupos de acuerdo a su edad, trabajaron entorno al Buen Samaritano, la imagen de la Virgen María y Samuel, a quien Dios llamó a su servicio a muy tierna edad.

En la tarde se realizó un interesante panel sobre experiencias de fe compuesto por el Padre Pedro Gil, Coordinador Decanal de la Pastoral Vocacional, la novicia de la congregación de Santa Marta, María Belinda Lobos, Victoria Vásquez, parte de la comunidad Adsis de Temuco, y el joven matrimonio compuesto por Luis Alberto Pacheco y su señora Natalia. Los cinco expusieron sobre sus vivencias de fe, y sus tránsitos, no siempre carentes de dificultades. El Padre Pedro confesó que fue ateo durante tres años, y luego encontró una visión distinta de Dios que lo cautivó hasta ahora.

Mientras la novicia Belinda comentó que su familia aún tiene la esperanza que ella pueda volver a su hogar. Los niños se entusiasmaron haciendo todas las preguntas que desearon.

El evento concluyó con una Eucaristía, con todos los acólitos revestidos con sus albas. “Aunque tenga 7 años, u 11años Jesús me está llamando a mí. Está llamando a mis padres a que me lleven a Misa. Me está llamando a ser responsable y responderle. Para que podamos vivir la vida como lo hacia él, no para sobrevivir. Disfrutar mucho, cuando nos toca disfrutar, y confiar mucho, cuando nos toca confiar. Jesús lo pasó muy bien con sus amigos, pero igual le tocó sufrir mucho (…) Hoy él nos está llamando con su voz, y ustedes tienen que decidir”, señaló en su homilía el Padre Pedro.

“Es una buena idea hacer estos eventos porque se comparte con gente que piensa lo mismo. Fue una actividad muy divertida y emocionante. En la mañana vimos vídeos sobre cómo reaccionar ante la vida. El panel de la tarde fue muy interesante, porque nos dimos cuenta que siempre hay que hacer sacrificios para lo que uno quiere. La labor de acolito para mí es pasarla bien, no como un dogma, sino compartir emociones con tus compañeros; además de ayudar al Padre”, comentó Sebastián, que junto con sus compañeros del Instituto Salesiano, participó por primera vez en un evento de estas características.

La actividad fue una de las últimas del Padre Pedro Gil en Valdivia, quien ya está residiendo en la comunidad Adsis de Temuco. Por eso, la hermana Gloria del Valle, parte del equipo de la Pastoral Vocacional, agradeció el trabajo que este sacerdote, siempre caracterizado con su jovial alegría, realizó en nuestra Diócesis.

Fuente: Comunicaciones Valdivia
Valdivia, 12-05-2014