Queridos catequistas:

La celebración del día del catequista nos encuentra, este año, acogiendo las Orientaciones Pastorales del Episcopado de Chile y preparando el lanzamiento de nuestras propias Orientaciones, que deseamos sean un nuevo impulso misionero diocesano, bajo el mismo lema nacional: “Una Iglesia que escucha, anuncia y sirve”.

Tal lema, sin duda, ustedes lo viven a diario en su servicio pastoral. Cada encuentro es un espacio para escuchar al Señor y su comunidad catequística, anunciar lo que Él quiere para esa comunidad en ese momento y motivar al servicio en la comunidad, a la familia, en definitiva para la vida.

Lo que está en el fondo de tales actitudes es el resplandor de “la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado” (Evangelii Gaudium, 36). Y esto es lo que ustedes saben entregar en “una adecuada proporción” (EG, 38).

El llamado es entonces, a que frente a “los enormes y veloces cambios culturales busquemos expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad” (EG, 41). Por ello, cabe recordar que todo adoctrinamiento ha de situarse en la actitud evangelizadora que despierte la adhesión del corazón con la cercanía, el amor y el testimonio (EG, 42). Sin por ello olvidar que lo más importante, es “acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas que se van construyendo día a día” (EG, 44).

Esto “implica tomarse muy en serio a cada persona y el proyecto que Dios tiene sobre ella. Cada ser humano necesita más y más de Cristo, y la evangelización no debería consentir que alguien se conforme con poco, sino que pueda decir plenamente: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Ga 2,20)” (EG, 160).

Queridos hermanos catequistas, lo que ustedes hacen con los niños y jóvenes que se preparan a sus sacramentos, con los padres que quieren bautizar a sus hijos, con los ilusionados novios que desean contraer matrimonio, es acercarlos a lo esencial de la fe, es decir a aquello que el papa Francisco formula así: “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte” (EG, 164). Este es el primer anuncio, el primero y principal en todas las etapas y momentos de la catequesis.

Les agradezco a todos Uds. su inmenso y generoso servicio al reino de Dios y a nuestra Iglesia diocesana.

Les bendice con afecto de pastor,




Valdivia, 30-05-2014