San Pedro es uno de los personajes más importantes dentro la configuración de la fe cristiana. Los Evangelios lo reseñan como un hombre con virtudes y defectos. Una persona sencilla, como muchos de los pescadores, que lo tienen como su patrono. Y no podía ser de otra manera, porque Pedro era un hombre de mar, que conoció en carne propia los sufrimientos y desgracias que vive la gente de la pesca. “De San Pedro venimos los pescadores, porque siempre salimos de familias dedicadas a la pesca, especialmente los que somos de caleta”, comentó don Guillermo Soto.

Como ha sido la tónica en los últimos tres años, el buen tiempo acompañó toda la ceremonia, que se inició con el trasladó de la imagen de San Pedro, desde la capilla de Amargos hasta el muelle donde fue embarcada. En la bahía se reunieron una cuarentena de embarcaciones, provenientes de Corral, Amargos, Niebla y otros lugares. Se realizaron algunas romerías por compañeros que no volvieron de sus faenas. “Para nosotros como comunidad es muy lamentable perder a un pescador, que uno ve todos los días, caminar por la calle y compartir con su familia, y luego no se ve más. Por eso, recordamos de forma especial a Miguel Rivera, Raúl Jaramillo y Alberto Jaramillo, que fallecieron en accidentes y enfermedades que lo tuvieron por mucho tiempo en agonía”, señaló Leandro Espinoza, presidente del sindicato de pescadores de Amargos. “Dos de mis hermanos han muerto en la mar por mal tiempo. A mí todavía no me llega la hora, pero he vivido situaciones muy complicadas (…) Por eso, siempre que nos embarcamos lo hacemos en el nombre de Dios, y andamos con Él por delante, y San Pedro también nos acompaña”, agregó don Guillermo.

“Pedro es un hombre de fe, un hombre corazón transparente. Cuando niega a Jesús reconoce, por eso, al final, Jesús le encarga el pastoreo de su pueblo (…) También era un hombre apasionado por Cristo y por la Iglesia. En cada una de nuestras actividades tenemos que ser apasionados como Pedro, para ser capaces de dar la vida por los demás y por la Iglesia”, mencionó en su homilía el Padre Nelson Huaiquimil, quien, como nuevo capellán de la Parroquia Ntra. Sra. del Tránsito de Corral, celebró su primera fiesta de San Pedro, que se completó con el bautizó de dos niñas, que se suman a la comunidad católica de Amargos.

“Como es de la Novena Región pensé que el Padre (Nelsón) se iba a asustar más con la mar, pero se comportó como todo un marinero, y se vio que tiene mucha habilidad en la locución, porque se destacó en eso”, comentó Leandro. “Estuvo bien el Padre, pero ojalá que venga más, porque hace tiempo que estamos sin sacerdote”, finalizó don Guillermo.

El Padre Nelson concluyó la ceremonia instando a la comunidad a tener siempre repleta su capilla, llevando la palabra de Dios a todos los lugares de la costa valdiviana.

Fuente: Comunicaciones Valdivia
Valdivia, 30-06-2014