Bajo la lluvia miles de magallánicos participaron en la procesión de Jesús Nazareno del último domingo de agosto.
A pesar de la lluvia, los migrantes venidos de Chiloé salieron masivamente a la calle cumpliendo una “misión territorial” de público testimonio, manifestación de adhesión y fe en Jesús, como señalara en su mensaje el obispo diocesano Mons. Bastres. Todos participaron en la procesión de Jesús Nazareno en Punta Arenas.
Después de una novena que repletó todas las noches el santuario, a las 14.30 horas del domingo 31 de agosto, y bajo una persistente llovizna, partió la procesión presidida por el Obispo, el Vicario General y el rector del santuario. Los miles de peregrinos repitieron una y otra vez a grito en cuello la consigna de la festividad: “Con Jesús Nazareno queremos sembrar el Evangelio en el corazón de Magallanes”.
Bandas musicales juveniles, del Cuerpo de Bomberos, de la III Zona Naval y de la Catequesis familiar del santuario acompasaron la marcha de la multitud. La tradición presente en la gran banda de acordeones chilotes interpretando los pasacalles y acompañando al “Juego de Banderas”.
Delegaciones de todas las parroquias, las más organizadas con su párroco y las imágenes de sus santos patronos, otras en grupos de laicos aglutinados por comunidades de base reconocibles por su larga trayectoria eclesial; movimientos apostólicos y escuelas católicas sumados a los miles de devotos del Nazareno que no reconocen filiación a comunidad territorial precisa y que salen a la calle desafiando el estado del tiempo porque, si es con lluvia “vale más”, y Ud. sabe, “el sacrificio es lo que importa”.
Se mantuvo el largo recorrido de siempre, por el camino se oró y cantó con el apoyo de radio Polar que ha emitido un año más el audio de animación de este desplazamiento procesional. El sistema de audio se vio mejorado con equipos móviles con generadores autónomos de energía que, ágilmente, se desplazaron, cuantas veces fue necesario, para que el largo cortejo siempre tuviera una estación de audio facilitando la participación coordinada en la meditación, el canto y la oración de la columna humana en movimiento.
Como es tradicional, al concluir la procesión se realizó el batido de banderas y el obispo pronunció una alocución felicitando a los asistentes por la entusiasta participación en la fiesta religiosa y convidando a sumar iniciativas y voluntades en la próxima misión territorial diocesana.
Después de dos horas al aire libre, se accedió al santuario donde el Pastor diocesano presidió la celebración de la santa misa de la solemnidad.
Fuente: Santuario Jesús Nazareno de Punta Arenas
Punta Arenas, 03-09-2014