Se trata de una fiesta tradicional que cada año organiza el Depto. de Acción Fraterna (DAF) del Obispado en función de acompañar a diversos grupos con vulnerabilidad social. En esta ocasión fueron los menores del Hogar Esperanza, Teresa Toda, El Carmen y de la Villa Jesús Niño, en cuyos rostros humildes se pudo plasmar el rostro de Cristo, como lo comentó el pastor diocesano, quien compartió con los pequeños abordando el verdadero sentido de la Navidad.

Agregó que “este es un servicio que brinda la Iglesia dirigido a niños y niñas que, si hubieran seguido en las condiciones de vulnerabilidad en las que nacieron o vivieron durante sus primeros meses o primeros años, hubieran sido niños con futuros bastante inciertos”, apuntó el obispo.

Al igual que el año anterior, en esta oportunidad el desayuno contempló además la instalación de juegos inflables, caritas pintadas y figuras con globos que en los patios exteriores de Casa Tabor, fueron el deleite de grandes y chicos.

Del mismo modo como se realiza esta actividad, el pastor diocesano invitó a las comunidades a desarrollar ideas similares y replicarlas en sus ambientes, todo ello en el contexto de esta Novena del Niño, en la antesala de la celebración de la Navidad.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 24-12-2014