Fue despedido sacerdote servita Aldo Bernardi después de 46 años de servicio pastoral en Aysén
Con una íntima Eucaristía en la capilla de la Catedral de Coyhaique, presidida por el Obispo de Aysén, Luis Infanti de la Mora, y acompañada por más de un centenar de fieles y amigos fue despedido en la tarde del viernes 3 de febrero el sacerdote servita Aldo Bernardi.
Toda una vida volcada a Cristo a través del servicio a las distintas comunidades cristianas del Vicariato Apostólico de Aysén, especialmente en las parroquias de Coyhaique y Puerto Aysén, entregó el sacerdote siervo de María, Aldo Bernardi; quién tras 46 años de labor pastoral en la región sólo interrumpidos por 2 años de permanencia en la Capital Metropolitana, retorna a Santiago a desarrollar su labor pastoral en la Parroquia Santa Bernardita.
Fue en junio del año 1960 cuando el prelado llega a la región, más específicamente a la ciudad de Puerto Aysén; luego trabajó en la parroquia de Coyhaique y también desarrolló labores administrativas al interior del Vicariato Apostólico; así lo cuenta el propio padre Aldo Bernardi; quién ante su partida de la región señaló que “no es fácil expresar los sentimientos que uno siente cuando se va después de tanto tiempo, sobre todo por el trabajo que uno desarrolla que no es un trabajo visible, que es un trabajo con las personas que se traspasa de padres a hijos, por lo tanto uno se siente muy vinculado con la región; pero sobre todo con las personas”.
Y es ese mismo trabajo que penetra en las personas, y que se traspasa de padres a hijos, el que percibió Cristian Hepp y su familia; ya que su pequeño hijo “Chumi” desarrolló una relación muy especial con el sacerdote servita. Según lo indica el papá de “Chumi”, cada domingo cuando en familia iban a misa, su hijo se ubicaba debajo del altar y pintaba dibujos, los que al finalizar la Eucaristía entregaba sagradamente al padre Aldo Bernardi. En este sentido, Cristian Hepp, manifestó que “para nosotros siempre ha sido un sacerdote muy especial y lo vamos a echar tremendamente de menos”.
Asimismo, el cursillista Rubén Barría destacó el enorme aporte que padre Aldo fue para al Movimiento de Cursillo de Cristiandad en la región, siendo uno de sus precursores. Además recordó haberlo conocido desde que llegó a Aysén, siendo el sacerdote que lo bautizó, lo confirmó e incluso lo casó.
Finalmente, “Chumi”, el niño que dibujaba cada domingo en misa y le obsequiaba sus dibujos al sacerdote, envío tímidamente un saludo a su amigo, Padre Aldo Bernardi expresándole su cariño y nostalgia ante su partida. “Chao padre Aldo. Te gustan mis dibujos. Te voy a echar mucho de menos” expresó el menor.
Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 04-02-2006