Nunca imaginó que alguna vez podría ser nombrado Obispo, menos de la Iglesia que peregrina en Magallanes. Lo confiesa el electo Obispo de Punta Arenas, Mons. Bernardo Bastres Florence, S.D.B., hasta hoy Superior Provincial de los salesianos en Chile.

En un saludo luego de su nombramiento hecho público este sábado, Mons. Bastres expresó su afecto a la comunidad magallánica.

Agradeció al Padre Obispo Tomás González, "estos largos años como Pastor de la Iglesia particular de Magallanes. Iglesia querida y soñada por Don Bosco". Destacó de su antecesor "su entrega generosa y sacrificada por la Iglesia de Magallanes, su cariño pastoral por los niños y los jóvenes más necesitados, su defensa por los derechos humanos, su amor a la verdad del Evangelio y cariño filial al Papa y a la Iglesia. A él, le estamos agradecidos y le expresamos que siempre nuestra Iglesia le tendrá sus brazos extendidos para acogerlo y manifestarle nuestro afecto".

Citando a San Agustín, Mons. Bastres definió el norte de su servicio episcopal: “El Señor, no según mis merecimientos, sino según su infinita misericordia, ha querido que yo ocupara este lugar y me dedicara al ministerio pastoral; por ello debo tener presente dos cosas, distinguiéndolas bien, a saber: que por una parte soy cristiano y por otra soy obispo. El ser cristiano se me ha dado como don propio; el ser obispo, en cambio, lo he recibido para vuestro bien. Consiguientemente, por mi condición de cristiano debo pensar en mi salvación, en cambio, por mi condición de obispo debo ocuparme de la vuestra".

El electo Obispo de Punta Arenas manifestó su intención de unirse al caminar de la comunidad diocesana, continuar juntos con el trabajo que vienen realizando como Iglesia de Magallanes, sumarse a su Plan Pastoral y juntos acoger “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”.

Finalmente, expresó su intención de ser Consagrado como Obispo en Punta Arenas, "como un signo concreto de querer hacer mía esa tierra que me acoge en adopción", y se encomienda a la protección de María Auxiliadora, patrona de la Diócesis.

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Fuente: Prensa CECh
Santiago, 04-03-2006