Fue despedido el padre Ángel Lago

Fue despedido el padre Ángel Lago

En la tarde del viernes 08 de mayo, en la iglesia La Matriz, la comunidad curicana y diocesana, dijo hasta siempre al padre Ángel Lago Yáñez, quien falleció producto de un cáncer, el jueves 07 de mayo.

 
Lunes 11 de Mayo de 2015
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La Eucaristía fue presidida por el obispo de Talca, monseñor Horacio Valenzuela Abarca, quien expresó que “cuando parte al cielo un hermano sacerdote, conviene mirar el misterio de la resurrección de Cristo, que es el misterio que le da sentido a este momento y que también le da sentido a todas las vidas. No ha sucedido algo más transcendente en la historia de la humanidad que la resurrección del Señor. Todo lo que hacemos y tratamos de conseguir en la vida tiene un sentido distinto desde que Cristo resucitó”.

“Todo esto es lo que explica la vida y la muerte de Ángel. Creo que a todos nos ha sorprendido su serena valentía frente a la enfermedad y a la muerte. Eso no nació de un impulso momentáneo, no fue efecto de la adrenalina o de la fuerza sicológica. La serenidad con que el padre Ángel vivió su enfermedad tenía un apoyo mucho más firme y seguro. La raíz de su firmeza era su fe, Ángel Lago era un hombre de fe. Su fe en Jesucristo a quien le dedicó la vida entera. Su serenidad era hija de la esperanza, una serenidad que nace al presentir la alegría del cielo”, afirmó nuestro pastor.

Pero esa alegría y esa fe no se improvisaron, agregó mons. Valenzuela: “Ángel vivió la fe en su casa con sus padres, una fe que era honestamente práctica, simple, directa y de gran generosidad. La fe se vive en la familia, don Ángel y la señora Herminia le enseñaron eso. Esperamos que hoy en el cielo ya lo hayan abrazado, tal como lo hicieron cuando era niño. Ángel enfrentó la enfermedad y muerte con valentía, esto era por la conciencia de haber trabajado lealmente con el dueño del campo que a la hora del salario siempre supera su justicia con la misericordia”.

“Si hubiera un rasgo que destacar diría que Ángel fue muy buen amigo, muchos de los que están aquí lo saben y lo experimentaron. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos, que bueno es saber que esta palabra plasmó la vida de este hermano cuyo cuerpo hoy despedimos y por el cual rogamos que Cristo le abra las puertas cielo”, enfatizó el obispo.

Al concluir la Misa algunos sobrinos, su hermano y la hermana Irene García de Prado, tuvieron hermosas palabras para despedir a este sacerdote.

Luego del responso el ataúd fue sacado entre aplausos de la iglesia La Matriz, para llevarlo a su última morada en el Parque Cementerio de Curicó.

Fuente: Comunicaciones Talca
Curicó, 11-05-2015