De personalidad afable y un diálogo abierto, el nuevo rector rápidamente se está ganando el cariño y respeto de la comunidad escolar. Su myor objetivo será educar en valores cristianos a jóvenes útiles para la sociedad.

Nuevo rector tiene el Colegio Técnico Padre Alberto Hurtado de Chillán. Se trata del docente Fernando Molina Gutiérrez, quien hasta el año pasado se desempeñaba como jefe del Ciclo Medio del Colegio Seminario Padre Hurtado. Llega en reemplazo de René de la Rivera, quien estuvo durante dos años en el cargo.
Frente a su nombramiento señaló sentirse muy contento, pues ha asumido la dirección de un proyecto que ayudó a gestar en su creación, hace cuatro años, cuando se abría la necesidad de un colegio de educación técnica, con base católica, para jóvenes de condición socioeconómica baja y media.
El establecimiento está ubicado en calle Libertad 693, en el edificio dejado por el Colegio Seminario Padre Hurtado, luego de su traslado. Sus especialidades, explica Molina, hasta la fecha son dos: mecánica industrial y atención de adultos mayores, cuya principal característica es su proyección laboral en el futuro inmediato y durante las próximas décadas.
Sobre sus principales desafíos, en la labor educacional del Colegio Técnico Padre Hurtado, señaló que está la entrega de herramientas que permitan una proyección laboral de los jóvenes que allí se preparan. Para ello, agregó, es necesario mantener una senda de consolidación del nivel educacional impartido.
En cuanto a las diferencias entre las realidades de ambos establecimientos bajo el carisma del Padre Hurtado, expresó que principalmente pasan por la realidad socioeconómica de sus alumnos. De ahí que el Colegio Técnico Padre Hurtado sea un reciento educacional particular subvencionado, cuyos programas requieran un plus que soslaye la carencia de mayores recursos económicos.
Sin embargo, agregó Fernando Molina, esto no ha sido un obstáculo para que el nivel educacional del Colegio Técnico Padre Hurtado lo sitúe en el primer lugar comunal de los establecimientos técnicos según la última Prueba SIMCE. Esos logros, argumentó, se obtienen no sólo a través de los recursos económicos y materiales que se puedan manejar, sino también gracias al valioso recurso humano que se dispone, con profesores y una planta administrativa sumamente profesional y con un gran compromiso por la labor educacional del establecimiento.
Por otra parte, a la calidad de la enseñanza, va unido el sello católico del Colegio Técnico Padre Hurtado. Es un desafío diario por la construcción de la mística hurtadiana, cuyo sentido es esculpir en cada uno de sus alumnos aquellos valores católicos que caracterizaron al santo chileno.
Todo esto, manifestó el nuevo rector, persigue que se apunte a una formación que pretenda entregar a la sociedad personas integras, con valores que vayan más allá de la mera capacidad técnico profesional.
Un objetivo sobre el cual intentará –en lo personal- poner su mejor esfuerzo y capacidad profesional. Para ello, indicó, espera ejercer el estilo de liderazgo que mejor le acomoda. Y que tiene que ver con una relación abierta y cercana con sus alumnos, profesores y administrativos; donde prime la responsabilidad personal y el respeto mutuo por sobre el autoritarismo.
En la actualidad, el Colegio Técnico Padre Hurtado tiene una matrícula que sobrepasa los 500 alumnos, con niveles que van desde quinto básico hasta cuarto medio. Además, cuenta con una planta de 38 docentes.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 22-03-2006