Congregación religiosa celebró 25 años de su presencia en Chile

Congregación religiosa celebró 25 años de su presencia en Chile

Las Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, celebraron junto a la comunidad de la parroquia Madre de Dios el aniversario número 25, de su presencia en el Norte de Chile

Miércoles 01 de Julio de 2015
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A la celebración de este cuarto de siglo trabajando en forma misionera por la evangelización de niños, jóvenes y adultos, fueron invitadas religiosas de todo el país y del extranjero.

Fue el caso de la Hna. Claudia Toseli, ascj, Viceprovincial de la Zona Cono Sur (incluye Paraguay,Uruguay, Argentina y Chile), quien destacó que las primeras hermanas apóstoles llegaron para abrir esta nueva misión en Chile, provenientes de Brasil, en el año 1990, a instalarse en Antofagasta, a raíz de una petición de Mons. Carlos Oviedo Cavada.

También expresó, "nuestro carisma tiene como único objetivo el ayudar en la tarea evangelizadora de la arquidiócesis"
En Antofagasta trabajan cinco Hermanas Apóstoles, en dos comunidades: Madre de Dios (sector sur) y Salar del Carmen (sector norte)

Tal como lo planteó su fundadora, madre Clelia Merloni, desde los inicios de la Congregación, "que cada apóstol lleve un rayo de la ternura del corazón de Jesús a cada persona que encuentre, el poder de transmitirle el mensaje de Dios: El te ama, tú eres valioso para Dios".

En total en Chile hay cuatro casas, dos en Antofagasta y dos en Santiago, con 15 religiosas al servicio pastoral, acompañando a jóvenes, niños y familias, para que vayan construyendo un camino de fe, junto a una comunidad parroquial, con el carisma de difundir la devoción del Corazón de Jesús.

Eucaristía

Durante la Eucaristía de Acción de Gracias el arzobispo de Antofagasta expresó, "esta es una noche para celebrar un trabajo bien hecho, la hermanas apóstoles entendieron bien el mensaje entregado por Dios, que el trabajo para llegar a la vida eterna no termina nunca, ellas dejan sus familias, su cultura para acompañarnos en el crecimiento de la vida espiritual de nuestra comunidades de laicos".

"Por eso hoy agradecemos a Dios que exista la vida misionera y que el Señor retribuya su dedicación y les brinde nuevas vocaciones para seguir sirviendo con alegría y esperanza", enfatizó Monseñor Lizama.

Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 01-07-2015