En el marco del Día Internacional del Adulto Mayor que cada 1 de octubre se celebra en todo el mundo, y manteniendo la tradición de cada año, el Dpto. de Acción Fraterna (DAF) del Obispado de Chillán, vivió de manera anticipada este 2015 la santa misa que se desarrolló la tarde de este martes en la Catedral, reuniendo a centenares de adultos mayores que dieron gracias a Dios por los años vividos.
En la eucaristía que fue presidida por el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, y ante la presencia de más de 250 adultos mayores de la provincia de Ñuble, el pastor diocesano recordó que “el adulto mayor siempre ha sido parte de la vida de la Iglesia”, destacando que “gracias a la sabiduría que les regalan los años, ellos ha sido capaces de contribuir a la vida de la comunidad”, puntualizó. Es por eso que hizo un llamado a la sociedad para “estar abiertos, atentos y a ser acogedores con ellos. Los años no solamente nos regalan las canas y el cansancio del cuerpo, sino que por sobretodo experiencias, que pueden ayudar a los jóvenes a aprender y a replicar experiencias positivas”, sostuvo.
En la actualidad el DAF atiende a 57 clubes de la Tercera Edad, que pertenecen a diversas comunas de Ñuble y que han nacido al alero de las diferentes parroquias de toda la Diócesis de Chillán. Son autónomos en cuanto a su administración y gobierno; la mayoría de sus socios son católicos y, generalmente provienen de sectores marginados.
Entre los objetivos que promueven estos clubes, se destaca la capacitación al adulto mayor para integrarlo adecuadamente en la familia y la comunidad, entregándoles elementos que les permitan desarrollar una vida espiritual plena de manera que sea ejemplo para las nuevas generaciones. También se busca dar solución a problemas como salud, vivienda, discriminación, explotación, etc.
Además se fomentan actividades culturales, recreativas y de rehabilitación que ayudan a las personas de edad a disponer y disfrutar de su tiempo libre, recordando que la “tercera edad” es, gracias a la ciencia, una de las etapas más largas de la vida. De ahí la importancia que tiene para la Iglesia el atender a este grupo etáreo, que según estimaciones del Senama, para el año 2030, representará un 23% de la población en Chile.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 29-09-2015