Se trató del seminarista, Pablo Sepúlveda Riquelme de 24 años, proveniente de la Parroquia El Buen Pastor de Chillán, y de Esteban Muñoz Orsi de 25, oriundo de la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario” de Ninhue, ambos de 7º año de Seminario, y que cumplen el cuarto de Teología.

La celebración se llevó a cabo en la Capilla Central del Seminario Metropolitano de Concepción, en la comuna de Chiguayante, hasta donde se trasladó el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, para presidir la eucaristía, la que fue concelebrada por los formadores y algunos presbíteros de la Diócesis.

En la oportunidad en la que los seminaristas estuvieron acompañados por integrantes de sus respectivas familias y toda la comunidad del Seminario, el pastor diocesano valoró que la Diócesis siga teniendo vocaciones. “A veces pensamos que son pocas, pero las que tenemos son un regalo del Señor. El año pasado fuimos testigos de dos ordenaciones sacerdotales… esperamos tener otra para el próximo año, y probablemente para fines del 2016 o el año siguiente, tener a estos dos hermanos también ordenados sacerdotes”, adelantó el obispo, quien agregó que “para nosotros es una gran bendición, porque el número de presbíteros jóvenes es considerable en la Diócesis, y eso le da una mayor vitalidad al servicio pastoral”, subrayó.

El Acolitado es un ministerio previo a las órdenes sagradas, una etapa antecesora al ministerio del Diaconado y al posterior Sacerdocio ministerial, que los acredita para el servicio en el altar y para la proclamación de la palabra de Dios. De ahí la importancia para estos dos jóvenes que dieron un paso más en la senda hacia el sacerdocio. “Esto es ver el paso de Dios por la propia vida. Cuando uno llega acá, se pregunta si será capaz de terminar los 7 años, y luego hoy que uno mira hacia atrás, dice cuán rápido ha pasado el tiempo y cómo Dios ha ido actuando. Uno sólo puede expresar alegría y gratitud”, confesó el seminarista Pablo Sepúlveda, quien está a sólo dos meses de culminar sus estudios de formación en el Seminario penquista.

Mismo período que le resta a Esteban Muñoz, quien al cerrar esta etapa a la espera de recibir más adelante el ministerio del Diaconado, y finalmente ordenarse, se mostró “con mucha alegría de compartir con los hermanos que me rodean, y especialmente con mi familia. Y hoy con este ministerio que recibimos, nos acercamos más a la eucaristía, hacia el camino sacerdotal y un mayor compromiso con el Señor”, indicó.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 09-10-2015