Con una masiva asistencia que superó los 300 fieles y bajo el lema “En el año de la Misericordia, ser Iglesia Diocesana que escucha, anuncia y sirve”, se desarrolló durante toda la jornada de este lunes, la tradicional Asamblea Eclesial Diocesana 2015, que este año tuvo como objetivo central el discernir los signos de los tiempos presentes en la Diócesis de Chillán y proyectar el trabajo pastoral iluminados por las Orientaciones Pastorales Nacionales 2014-2020, para ser una Iglesia en salida.
Como es habitual, el encuentro se realizó en dependencias del Colegio Seminario P. Alberto Hurtado. Entendida como una instancia de comunión y participación de todos los agentes pastorales, la Asamblea Eclesial Diocesana, a través de la reflexión de trabajos grupales busca los caminos para seguir llevando adelante la evangelización. Los resultados de esos trabajos, además sirven de base para que el obispo elabore las Líneas Pastorales Preferentes del año 2016.
La charla central estuvo a cargo del Padre Renzo Ramelli, sacerdote de la parroquia San Pablo de Placilla de Valparaíso, quien invitó a los presbíteros, diáconos, religiosas, movimientos, colegios de Iglesia, y comunidades parroquiales, a revisar preguntas como ¿qué es una Iglesia en salida?, o ¿para qué salir? y ¿cómo salir?, ahondando en el sentido y en el estilo que tiene la misión.
Dentro del programa que se inició con una misa, destacó la memoria agradecida que se presentó a los asistentes, y que recordó los 90 años de la Diócesis de Chillán que se cumplen el próximo 18 de octubre. La eucaristía fue presidida por el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, quien se mostró “muy agradecido de Dios que nos permite unirnos como comunidad diocesana con muchos hermanos y hermanas que han recorrido kilómetros desde sus parroquias para participar”, destacó, agregando que “le pedimos al Señor para escuchar lo que realmente Él nos pide, sobretodo para aplicar durante el próximo año esas inspiraciones que nos piden ser una Iglesia más cercana, más abierta, más misionera, más cálida, a la luz de esta gran llamada del Jubileo del Año de la Misericordia… ser una Iglesia misericordiosa, entre nosotros y con los demás”, subrayó el pastor diocesano.
Como siempre, también se presentaron valiosos testimonios de experiencia misionera que en la vida cotidiana viven diversos actores de la Diócesis. Este año fueron de las parroquias de Quirihue, San Carlos, El Buen Pastor y San Ignacio.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 13-10-2015