“Es un momento de crisis, pero que significa también una oportunidad. Es bueno escuchar las inquietudes de los jóvenes y saber que las cosas no están tan bien como pensamos", manifestó Monseñor Pellegrin.

Un llamado a construir la paz y el diálogo entre las partes en conflicto por la movilización nacional de los estudiantes de enseñanza media, hizo el Obispo de Chillán, Monseñor Carlos Pellegrin Barrera, al término de una reunión sostenida ayer con rectores y directores de varios colegios católicos de la diócesis.
El encuentro se realizó en dependencias del Obispado de Chillán y estuvieron representados los colegios Padre Alberto Hurtado, San Vicente, La Purísima Concepción, Martín Rücker, Técnico Padre Hurtado, San Buenaventura, y los institutos Santa María de Chillán y San Carlos.
La idea fue conocer la situación que se vive al interior de estos establecimientos, donde los estudiantes han organizado paros e inclusos -en algunos casos- tomas para solidarizar con sus pares a lo largo del país.
Al respecto, el Obispo de Chillán manifestó que, por una parte, existe alegría ante la responsabilidad social que han demostrado tener los estudiantes secundarios de nuestros colegios de Iglesia. Sin embargo, señaló que también hay inquietud por la falta de información sobre el conflicto.
“Sentimos que hay un poco de confusión, pues la información no es muy clara. Por ello, estamos esperando que se produzcan los encuentros, los contactos y los puentes de diálogo para una rápida solución ante los inconvenientes que se han creado”, señaló el pastor diocesano.
Por otra parte, indicó que es un conflicto que afecta a todos los estudiantes por igual, incluso a los de enseñanza básica y prebásica.
“Es lamentable que los más chiquitos estén perdiendo clases, porque evidentemente todo esto, después redunda en días extras durante las vacaciones, lo que ya no depende de los colegios, sino que por parte del Ministerio de Educación que pide cumplir con los programas que se deben entregar”, subrayó.
El obispo también hizo un llamado a la cordura de estudiantes y autoridades, abogando por la búsqueda de soluciones a través de un diálogo abierto.
“Es un momento de crisis, pero que significa también una oportunidad. Es bueno escuchar las inquietudes de los jóvenes y saber que las cosas no están tan bien como pensamos. Y sobretodo, en términos de la educación en Chile, analizar de que forma se puede contribuir para solucionar aquellas cosas que todavía no están bien”, finalizó.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 01-06-2006