Con motivo de la celebración de la fiesta de Pentecostés, la Iglesia de Aysén a lo largo de toda la región esperó la venida del Espíritu a través de vigilias de oración; donde por medio de lecturas bíblicas, trabajos en grupo, cantos y oración se conmemoró el momento en que María junto a los Apóstoles recibieron los siete dones del Espíritu Santo.

Este fue el caso de la Vigilia de Pentecostés de los Niños, desarrollada en la tarde del sábado en la Catedral de Coyhaique, lugar donde se congregaron más de 200 niños para interiorizarse del sentido profundo de esta fiesta y celebrarla.

Uno de los asistentes, Cristián Cárdenas de 9 años de edad y quién participa en catequésis de Primera Comunión en la comunidad San José, valoró la actividad y explicó que lo central de Pentecostés es el Espíritu Santo, que fue enviado por Cristo a sus Apóstoles para que no temieran y proclamarán la Palabra de Dios.

Por su parte, Sebastián Bertramin, quién tiene 10 años y está en segundo año de catequésis de Primera Comunión, manifestó que disfrutó mucho de la vigilia y fue bonito lo que celebraron.

Asimismo, Jimena Martin; quién es monitora de Primera Comunión en la comunidad Nuestra Señora de los Dolores, recalcó que esta es la primera vez que realizan una vigilia especialmente preparada para los niños; y aunque la participación por parte de los padres fue baja, evaluó positivamente esta primera experiencia de vigilia para niños.

A su vez, una de las mamás presentes en la actividad, Edith González, felicitó esta iniciativa y dijo que espera que se sigan realizando encuentros como éste ya que es algo muy positivo para los niños.

El obispo de Aysén, por su parte, señaló que la gran invitación que se le hace en Pentecostés a los cristianos es cultivar el espíritu de oración para que en íntima comunión con Dios, el Espíritu Santo llene los corazones de los hombres con sus dones y los impulse a ser misioneros de Cristo.

Finalmente, cabe destacar que la Fiesta del Espíritu o Pentecostés es la segunda fiesta más importante del año litúrgico, después de Pascua de Resurrección y no se puede desvincular de ella.

Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 04-06-2006