En Coyhaique se realizó “Jornada de Oración por la Paz en el Mundo”

En Coyhaique se realizó “Jornada de Oración por la Paz en el Mundo”

El viernes 23 de septiembre, a las 18 horas en la Plaza central de Coyhaique, se reunieron decenas de personas para orar por la paz en el mundo.

Martes 27 de Septiembre de 2016
Ver Galería
El Servicio Paz y Justicia, territorio Aysén (Serpaj), a través de su Director Rodrigo Quezada, realizó una invitación a toda la comunidad coyhaiquina de sumarse a una jornada de oración por la paz, hasta donde llegaron diversas comunidades cristianas que se quisieron sumar a esta iniciativa enmarcada en el Día Internacional de la Paz, el que Naciones Unidas designó como el 21 de septiembre, fecha que: “se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz… como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial…”

Monseñor Luis Infanti de La Mora, animó esta jornada acompañado por todos los presentes, quienes cantaron asistidos por el músico Carlos Haro, deleitándonos con su guitarra.

El Director de Serpaj Aysén, Rodrigo Quezada manifestó el interés de que todas las religiones o credos se sumen a estas iniciativas que fomentan la unión en torno a un solo propósito que es la paz, agregando: “nosotros quisimos convocar a todos los representantes de las religiones en Aysén, para celebrar el Día Internacional de la Paz, que es conmemorado por la ONU y que a nosotros nos convoca por nuestra misión institucional; nosotros tenemos un lineamiento ético que está vinculado con la no violencia activa, la paz y la justicia. No quisimos quedarnos al margen de estas celebraciones donde claramente, a través del Obispo pudimos convocar a muchas personas más, nosotros no necesariamente estamos vinculados con una religión, Serpaj trabaja con una diversidad de gente de diferentes religiones o credos religiosos y estamos muy contentos de esta actividad que reunió a muchas personas y el mensaje final es el mismo, vivir en un mundo en paz y de justicia.”

Por otra parte, se realizó y describió un testimonio de paz, el cual fue dirigido por Raquel, una mujer que pudo sanar su corazón con la ayuda de Dios a través del amor en la oración sincera, donde entregó un mensaje de esperanza para no guardar odio ni rencor hacia las personas, sino que sanar el alma.

Finalmente, uno de los signos que contribuyó a la unión de las personas que se encontraban en el círculo de la paz, fue una paloma, la que fue alzada por cada uno de los presentes como símbolo para fomentar la paz interna y con nuestros hermanos y hermanas, y así pedir y favorecer los procesos de paz en el mundo.

Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 27-09-2016