Fueron cientos de fieles y particularmente familias, las que llegaron hasta la Catedral de Chillán la noche de este sábado para celebrar el nacimiento de Jesús, en la tradicional Misa de Nochebuena o Misa del Gallo, primer rito que la Iglesia Católica celebra ad portas de la Navidad.
Durante el tiempo de Adviento, donde la Iglesia centra su atención en el misterio de la Encarnación de Dios en María, tal como muchos pequeños y jóvenes lo hicieron en la eucaristía representando el pesebre, el obispo Carlos Pellegrin, hizo una invitación para “renovar nuestro compromiso de ser luz como Cristo fue luz, y cultivar sentimientos de acogida, de misericordia, de perdón, de paciencia entre nosotros… si hacemos eso, entonces nuestros corazones y nuestra casa será como un nuevo pesebre donde Cristo puede renacer e iluminarnos”, subrayó.
En este sentido, la celebración de la novena del Niño Jesús que concluye cada 24 de diciembre, es una gran oportunidad para el reencuentro de la familia, es por eso que el obispo aprovechó de desearles a cada una de ellas “una muy feliz Navidad”. En la Diócesis de Chillán, esta misa se ofició en los templos centrales de todas las parroquias y en el caso de las comunidades donde no contaron con la presencia de un sacerdote, la comunidad lo hizo compartiendo una liturgia. Mientras que la misa de Navidad, se celebró el domingo 25 en la Catedral.
Espíritu de acogida con inmigrantes
En este mismo contexto, el día anterior el pastor diocesano presidió en la capilla El Sagrario de la Catedral, una eucaristía dirigida de manera especial a los inmigrantes presentes en la provincia de Ñuble.
“Hemos querido dar un primer paso con ellos y quisimos hacerlo rezando. Se ha asumido el compromiso junto al equipo del Área Social de la Diócesis, de buscar nuevas instancias, no necesariamente de misa porque hay muchos que no son católicos, pero que también requieren de nuestro apoyo”, indicó el obispo.
A la eucaristía llegaron ciudadanos franceses, canadienses, colombianos, entre otros, pero también chilenos que radican en el extranjero, como fue el caso de Lucía Domarchi, quien hace más de 40 años vive en Inglaterra y valoró este encuentro. “Es una muy buena idea, porque cuando tu llegas a un país, te sientes muy solo, no conoces a nadie, y esto es fantástico porque la gente se siente acogida y le ayuda de mucho para empezar su nueva vida aquí”, comentó.
La misa que organizó el Depto. de Acción Fraterna (DAF) del Obispado, y que tuvo como propósito acoger a los extranjeros que han llegado a nuestra zona en busca de mejoras laborales, se suma a la once navideña que el viernes 19 se ofreció a niños y niñas que son atendidos por hogares católicos que funcionan en la Diócesis de Chillán, iniciativas que fueron replicadas por las distintas parroquias durante los días previos a la celebración del nacimiento de Jesús.
Fuente: Comunicaciones Chillan
Chillán, 26-12-2016