La ciudadana alemana es el rostro visible de la Fundación Kinderhilfe Chillán, organización germana sostenedora de importantes obras de beneficencia en la provincia de Ñuble.

Un reconocimiento público brindó la Municipalidad de Chillán a la ciudadana alemana Mónica Hoffeld, rostro de la Fundación Kinderhilfe Chillán, generadora de importantes obras solidarias en nuestra ciudad como la Villa Jesús Niño. El homenaje tuvo lugar el viernes 11 de agosto, en la Primera Sala del Teatro Municipal de Chillán.
Mónica Hoffeld es una profesora de lenguaje para ciegos que vive en la ciudad de Lebach, en Alemania, ubicada unos trescientos kilómetros de Colonia. Su relación con Chillán se remonta a fines de la década de los setenta, cuando conoció a un matrimonio de chillanejos exiliados que –entre muchas cosas- le contaron sobre la obra solidaria del padre Osvaldo Salgado Coe, párroco de El Sagrario y rector de la Iglesia Catedral de Chillán. En conciencia de la difícil situación socioeconómica y política que vivía Chile por aquellos años, y movida por su corazón altruista, rápidamente se puso en contacto con el sacerdote chillanejo, a través de una carta donde le ofrece una donación para su obra en nuestra ciudad. De ahí en adelante, todo se fue dando en forma providencial, conquistando nuevos colaboradores en Alemania, hasta la creación de la Fundación Kinderhilfe Chillán, organización benefactora que varias obras católicas en la provincia de Ñuble, en Chile.
En el año 1983, la fundación propicia la creación de la Villa Jesús Niño, cuyo objetivo es sacar a los niños y niñas pobres de una situación de riesgo social. Paralelamente, comienza a colaborar con otras obras en nuestra Diócesis como: un hogar en Cobquecura, una clínica dental en Portezuelo, entre otras.
En el marco de su homenaje público, Mónica Hoffeld señaló que esta distinción la recibe en nombre de la Fundación Kinderhilfe Chillán, que a diferencia de lo que se piensa es una organización pequeña y mantenida por la constancia y el compromiso de once personas alemanas, para nada ricas.
En el curso de estos años, agregó, ha visitado nuestra ciudad en quince oportunidades, regocijándose de alegría al constatar como han ido creciendo las obras apoyadas por la fundación alemana en nuestra zona. El esfuerzo que se hace tiene su recompensa en un mejor estándar de vida y la esperanza por un futuro mejor de muchas personas, especialmente niños y jóvenes.
La Fundación Kinderhilfe Chillán es sólo una parte de estas obras, enfatizó Mónica Hoffeld. También es importante destacar el gran número de personas cooperadoras que en nuestro país se han hecho parte de esta importante red solidaria. Si bien, el futuro de la fundación no está escrito ni asegurado, es muy importante que los chillanejos y ñublensinos nos sintamos representados en las obras que han surgido y nos hagamos partes a través de iniciativas de autodesarrollo.
Con relación al homenaje entregado a Mónica Hoffeld, el alcalde de Chillán, Aldo Bernucci Díaz, señaló que era una deuda pendiente con una mujer extranjera que ha dado muestras de un gran corazón altruista.
En el acto, los asistentes fueron marcados por el emotivo testimonio de Sandro Espinoza, un joven trabajador de una importante casa comercial de Chillán, quien reconoce que todo lo que hoy es se lo debe a la atención y formación que recibió en la Villa Jesús Niño. Sobre la alemana, señaló que es una mujer maravillosa que, a pesar de la distancia, siempre ha estado junto a los más desamparados de esta tierra.
Para el padre Osvaldo Salgado Coe, párroco de El Sagrario y principal forjador de la obra de la Villa Jesús Niño, la figura de Mónica Hoffeld es un ejemplo para todas las personas, pues ha consagrado su vida a la acción solidaria y de fraternidad con los más pobres y desamparados. Con respecto a su homenaje, señaló que es completamente merecido, pues ella es la gran responsable del compromiso de vida que han asumido un pequeño grupo de alemanes, quienes dando muestras de una generosidad infranqueable, desde hace 25 años se la han jugado para que muchos niños y adultos de nuestra tierra, se permitan soñar con un mundo mejor.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 14-08-2006