El 6 de Agosto de 1967, con la presencia del Cardenal Raúl Silva Henríquez, fue inaugurada la Casa de Ejercicios.
En un ambiente festivo que reunió a sacerdotes, religiosas, diáconos y personal del Obispado, la Diócesis de Chillán quiso recordar este martes, en el marco de la reunión mensual del presbiterio, los 50 años de la Casa de Ejercicios “Tabor” con una eucaristía en la capilla del mismo recinto espiritual.
“Ha sido una ocasión celebrativa en torno al altar del Señor, donde celebramos la santa misa junto con representantes de Conferre, y del Diaconado Permanente, quienes justamente en esta fecha también celebran la ordenación hace 50 años de los primeros diáconos en Chile”, señaló el obispo Carlos Pellegrin, quien recibió como signo una cruz peregrina que recuerda la fecha de la presencia de medio siglo en Chile por parte del Diaconado, y de los 46 años, en la Diócesis de Chillán.
El pastor de Ñuble, agregó que “damos gracias a Dios por los 50 años de Casa Tabor, pero también nos proyectamos con la Casa Tabor como un centro de espiritualidad de formación en los próximos años”, puntualizó.
Quien dirigió la homilía haciendo memoria detallada de la historia y siendo testigo de los orígenes de este recinto, fue el Padre Raúl Manríquez, quien por muchos años fue Vicario General de la Diócesis. “En este tiempo de tanta renovación en tantos aspectos, una casa para acoger y acompañar en la formación cristiana, es esencial”, enfatizó, añadiendo que “es un mundo que se mueve vertiginosamente, pero necesitamos un lugar donde estar y donde poder reflexionar con tranquilidad”, destacó el sacerdote al referirse al rol que debe cumplir Casa Tabor hoy en día.
La conmemoración también dio cabida para que el obispo encabezara la bendición de la ampliación de la “Casa del Trabajador”, cuyas nuevas dependencias de la Pastoral Laboral, se ubican en los mismos terrenos de Casa Tabor, donde además el Área Social del Obispado, recibió nuevos insumos que también recibieron la bendición del pastor.
Obispo Eladio Vicuña: gestor de una casa con historia
El 23 de Octubre de 1955 Mons. Eladio Vicuña Aránguiz asumió como Obispo de la Diócesis de Chillán. Al llegar, desde el comienzo dio gran impulso a una vida litúrgica renovada, a la catequesis y a la pastoral en general, pero debió encarar muy luego la tarea pendiente de habilitar completamente el templo Catedral (terminado ya en su obra gruesa) y concluir la construcción de la Cruz Monumental.
Poco a poco descubriría otras necesidades urgentes como asegurar la formación de personas y dotar de las estructuras necesarias sus nuevos proyectos. Para eso organizó la llamada “Campaña pro Obras Diocesanas”, comprometiendo para esa iniciativa la participación de muchos laicos y, desde luego, la de todo el personal apostólico. El objetivo era reunir los fondos necesarios para financiar los gastos que suponía la terminación de la Catedral y su Cruz Monumental y la construcción de una Casa de Ejercicios Espirituales, una Central para el Instituto de Educación Rural y un Preseminario para acoger a jóvenes con inquietud vocacional hacia el sacerdocio. Proyectos todos muy ambiciosos para ese entonces, que gracias a aportes extranjeros y de la comunidad fueron concretándose.
Fue así que, el 15 de octubre de 1960 se consagró la Catedral y el 6 de Agosto de 1967, con la presencia del Cardenal Raúl Silva Henríquez, fue inaugurada con toda solemnidad la Casa de Ejercicios “Tabor”, ubicada en la primera cuadra de la Avenida Collín.
“En un aniversario tan significativo como éste, interpretando los sentimientos de miles de personas que han vivido profundas experiencias en esta Casa de Ejercicios, es necesario hacer un recuerdo agradecido del Pastor que la ideó y la realizó (el salón principal lleva su nombre) y de las innumerables personas que han servido en ella con generosidad y han acogido con apertura y alegría a sus hermanos”, detalla el Padre Raúl Manríquez, quien se refirió al devenir de Casa Tabor hasta la actualidad, recordando que “en los primeros años hubo verdaderas multitudes de personas que venían acá… recuerdo a don Eladio cuando se refería a las Jornadas de Catequesis, decía “son las multitudes desatadas”.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 07-09-2017