Los padres Vladimiro Memo Lombardi y Domingo Luna Gómez están inscritos en la historia del Vicariato Apostólico de Aysén y fueron saludados y felicitados por sus 65 años de sacerdocio, en eucaristía presidida por el Obispo Luis Infanti en la catedral de Coyhaique.
En su homilía el Obispo Luis Infanti destacó que “en la Patagonia estamos agradecidos por la vida de los sacerdotes que han enriquecido, embellecido y hecho resucitar nuestra Iglesia de Aysén a lo largo de los años. Hoy es motivo de profunda alegría que como Vicariato Apostólico celebremos los 65 años de fidelidad a Cristo en su servicio sacerdotal de los padres Domingo Luna y Vladimiro Memo”.
“Esta fidelidad —agregó Infanti— se vive en un mundo tan cambiante y evolutivo como el actual que nos hacen olvidar los fundamentos y cimientos de nuestras creencias. Por eso, que existan personas que celebran y manifiestan fidelidad a su fe, pero fidelidad sobre todo a su pueblo es motivo de alegría y de ejemplo, también, para nosotros. Se nos muestra una fidelidad nos invita a ser misioneros de paz, de fraternidad, de misericordia con el amor de Dios presente hoy y siempre entre nosotros”.
Finalizada la eucaristía ambos sacerdotes recibieron regalos preparados por las comunidades y un fuerte aplauso de agradecimiento por su servicio y testimonio de vida.
El Padre Domingo nació el 4 de agosto de 1926 en El Claro (Coyhaique), hijo de Antonio y Rosalía quienes llegaron a Aysén en 1915 desde Cauquenes, región del Maule. Realizó sus estudios básicos en colegio parroquial “General Baquedano” de Coyhaique; cursó enseñanza media en el Seminario Conciliar de Ancud; y estudió filosofía y teología en el Seminario Mayor de Santiago. Se ordenó sacerdote el 18 de enero de 1953 en Puerto Aysén por el obispo castrense monseñor Teodoro Eugenín. A la ceremonia asistieron mons. Antonio Michelato, prefecto apostólico de Aysén y futuro obispo; y los padres Carlos Deker, Segio Valech, José Baeza, Federico Lagos, Patricio Infante y unos 30 compañeros del seminario de Santiago. El 25 de enero de ese año celebró su primera misa solemne en Coyhaique en la capilla frente a la plaza, con gran presencia fieles y autoridades. Sirvió como profesor de Estado, capellán de carabineros, canciller vicarial y vicario parroquial en Puerto Aysén, Puerto Chacabuco y Mañihuales.
El padre Vladimiro nació el 23 de diciembre de 1929 en Venecia, Italia. Sus padres fueron Vittorio y Elvira. Se ordenó sacerdote en Italia el 4 de abril de 1953 junto a los padres Victorino Bertocco, Bruno Predonzani y Herminio Manea. En 1958 llegó a Santiago de Chile y desde 1959 fue responsable de la formación de los jóvenes que ingresaban al primer seminario de los Siervos de María. En 1965 se estableció en Coyhaique y en 1970 en P. Aysén. El año siguiente hasta 1976 fue Provincial de los Siervos de María de Chile y Bolivia.
En 1977 fue maestro de novicios en Coyhaique (formador del actual obispo Luis Infanti), y nuevamente en 1980 (formador del actual obispo de Ancud, Juan Agurto). Desde esos años continuó prestando servicio en Chile e Italia con una permanente responsabilidad en la formación de los seminaristas y religiosos de su congregación; promoviendo con fuerza la planificación pastoral y la mayor integración en América Latina. Impulsó la formación de laicos y diáconos permanentes en Aysén en las comunidades donde residió.
Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 09-04-2018