El presbiterio ampliado del Vicariato Apostólico de Aysén se reunió para discernir entorno al texto del retiro que el Papa Francisco ofreció en pleno a la Conferencia Episcopal de Chile en Roma, sobre sus conclusiones ante los casos de abusos de poder, conciencia y sexuales por parte de ministros consagrados.
El texto del retiro, que aún no ha sido publicado oficialmente por la Santa Sede, fue filtrado por la prensa e inmediatamente corrió por las redes sociales del mundo eclesiástico donde ha sido altamente analizado y profundizado.
Ante esta situación el obispo vicario de Aysén, Luis Infanti, quien no estuvo presente físicamente en el encuentro porque viajó a Santiago a presidir el funeral del ex parlamentario de la Patagonia chilena Antonio Horvaht, hizo saber sus puntos de vista y reflexiones a través de un par de videos para motivar la reunión del presbiterio aysenino luego de la lectura del texto de Francisco.
“La reflexión —dijo el obispo vicario— que el Papa nos ofreció inicialmente estaba pensada solo para los obispos y fue filtrada por la prensa; y ¡bendito sea Dios! porque así todos la podemos conocer para reflexionar profundamente sobre la realidad de nuestra Iglesia y discernir”.
Así, laicos, laicas, religiosas, diáconos y sacerdotes de la Patagonia chilena iniciaron un franco y descarnado plenario en que expresaron el gran dolor y daño que ha causado esta situación generada, y alimentada por años, por la jerarquía de la Iglesia chilena y ante la cual “todos tenemos una cuota de responsabilidad”.
En uno de los videos el vicario de Aysén destacó que cada obispo en el encuentro con el Papa tuvo oportunidad de hablar y hacer sugerencias. Él enfatizó al hermano Francisco la necesidad urgente de volver a retomar la senda de una Iglesia profética; tomar medidas claras ante la nueva “religión” del consumismo alimentada a través del poder, el dinero y el sexo; el replanteamiento de rol de los nuncios en las Iglesias locales; y la posibilidad de los viri probati (hombres casados, de vida cristiana madura y contrastada, a los que, de modo extraordinario, se admite la ordenación sacerdotal).
Desde el plenario se escucharon llamados a realizar un cambio potente de mentalidad en la Iglesia católica chilena que tienda a la horizontalidad de las relaciones en que no “endiosen a los ministros”; replantear el rol de la mujer con mayor participación incluso en el Vaticano; redactar un comunicado a la toda la Iglesia de Aysén expresando el sentir del presbiterio local y sus comunidades; revisar la formación y estilo de los seminarios; redirigir el sentido del actual Congreso Eucarístico en una Iglesia herida que no puede “celebrar por celebrar”; y promover un plan de acción nacional de discernimiento sinodal y de gran participación para tomar las medidas de mediano y largo plazo que la Iglesia chilena necesita para reparar a las víctimas, recuperar la confianza de la sociedad y “rayar la cancha” de tolerancia cero que sea un verdadero “nunca más” en el seno de la vida eclesial y comunitaria ante el abuso de poder.
Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 25-05-2018