N.S. Jesucristo, siendo rico, por nosotros se hizo pobre
(cf 2 Cor 8,9)
Fecha: Viernes 01 de Febrero de 2008
Pais: Chile
Ciudad: Puerto Montt
Autor: Mons. Cristián Caro Cordero
¡Estimados hermanos en el Señor!
1. El miércoles 6 de Febrero, con el rito de la
imposición de la ceniza y el
ayuno y
abstinencia de carne, se inicia la Cuaresma. Nos dice el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para la Cuaresma 2008 que es el tiempo de “batalla espiritual”: “armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna” y con la ayuda de María, Madre y Sierva fiel del Señor, nos preparamos “para llegar a las celebraciones de las fiestas de Pascua renovados en el espíritu” (n.6).
El Papa, en su Mensaje, nos invita “a reflexionar sobre la
práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados, y al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales” (n.1).
La limosna nos ayuda a vencer la constante tentación de idolatrar el dinero (cf. Lc 16,13) y las cosas materiales, “educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina” (n.1). De este modo, “a la purificación interior se añade un gesto de comunión eclesial, al igual que sucedía en la Iglesia primitiva” (ib.).
2.
La Campaña Cuaresma de Fraternidad, promovida desde hace años por la Conferencia Episcopal de Chile, es un modo concreto de educarnos a la generosidad del amor, que comparte. Se trata de ir depositando en las pequeñas alcancías que llevamos a nuestra casa nuestros ahorros y enseñar a los niños y jóvenes a hacer lo mismo. Como “la caridad cubre multitud de pecados” (1 Pe 4,8) “la limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con El y con los hermanos” (Mensaje, n.4).
Este año 2008 nuestro aporte continuará ayudando a los niños y niñas que viven en graves condiciones de vulnerabilidad y riesgo social. El año pasado, en las parroquias, colegios e instituciones de nuestra Arquidiócesis se recaudaron $11.242.369, lo que representa un significativo aumento en comparación con los $9.596.971, de 2006. ¡Ojalá este año sigamos creciendo!
¿Qué se hace con este dinero?
Un 60% se destina a las obras sociales de la Iglesia arquidiocesana (p.e. trabajo con los adultos mayores, atención de personas con necesidades de salud, vivienda, trabajo, etc.). El 10% es para los gastos de implementación de la Campaña. El 30 % ingresa al Fondo Nacional de Solidaridad que financia proyectos de parroquias o instituciones de Iglesia a favor de los niños en situación de riesgo social. En los dos últimos años se han subvencionado los proyectos presentados por el Centro infanto-juvenil Laura Vicuña (CENLAVI), atendido por la Parroquia San Antonio de Padua (Techo para todos).
3. El Papa nos recuerda que –en esta sociedad moderna de la imagen- hay que estar atentos al Evangelio, el cual nos indica una característica típica de la limosna cristiana; tiene que ser en secreto: “que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha. Así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará” (Mt 6,3-4).
Por tanto, hay que hacerlo todo para la gloria de Dios y no para la nuestra.
La Escritura también nos enseña que hay mayor felicidad en dar que en recibir (Hech 20,35). “Cada vez que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría” (Mensaje, n. 4).
El Documento de la reciente V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida nos habla de los “rostros sufrientes que nos duelen” y menciona: las personas que viven en la calle, los migrantes, los enfermos, los adictos dependientes, los detenidos en las cárceles (cf. Nn. 407 – 430). Todos ellos nos interpelan como Iglesia y como sociedad.
Preguntémonos:
¿Cómo puedo difundir la Campaña Cuaresma de Fraternidad?
¿Qué puedo hacer por estos “rostros que nos duelen”?
4.
La Cuaresma nos invita a imitar “la generosidad de N. S. Jesucristo, el cual siendo rico, se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza” (2 Cor 8,9). Siguiendo su ejemplo y enseñanzas podemos aprender a dar, “no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos”. Darnos a Dios y darnos a los demás. Eso es la caridad.
Por tanto, “la práctica cuaresmal de la limosna se convierte en un medio para profundizar nuestra vocación cristiana” (Mensaje, 5).
Conocer y contemplar a
nuestros santos -seres de carne y hueso como nosotros- nos puede ayudar mucho a crecer en los tres grandes compromisos de la Cuaresma: oración, penitencia, limosna. Así, por ejemplo, Santa Teresa de Jesús de los Andes decía: “El por mi amor se hizo pobre; yo por amor a El quiero serlo”.
Y San Alberto Hurtado nos enseñó con su testimonio y palabra que “el pobre es Cristo”. Por eso, recogía los niños debajo de los puentes y fundo el Hogar de Cristo. En su predicación llamó a los católicos y personas de buena voluntad a socorrer a los necesitados, como un deber de justicia, aun antes que un acto de caridad.
5. María, la Virgen, la Madre, nos enseña qué es el amor y dónde tiene su origen, su fuerza siempre nueva.
Su visita a su prima Isabel y el Magnificat “expresa todo el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo; solo entonces el mundo se hace bueno” (DCE, 41)
En este tiempo de Cuaresma, a la Virgen le “confiamos la Iglesia, su misión al servicio del amor” y le decimos, con S.S. Benedicto XVI:
“Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia El.
Enséñanos a conocerlo y amarlo,
para que también nosotros
podamos llegar a ser capaces
de un verdadero amor
y ser fuentes de agua viva
en medio de un mundo sediento” (ib., 42).
Con afecto, oro por cada uno y su familia y les doy mi bendición,
† Cristián Caro Cordero
Arzobispo de Puerto Montt
Puerto Montt, Miércoles de Ceniza (6/ Febrero)
Inicio de la Cuaresma 2008