Cientos de peregrinos de Coyhaique y Puerto Aysén celebraron la Inmaculada Concepción, fiesta aniversario del Vicariato, caminando hasta el santuario natural de la “Cascada de la Virgen” para venerar a María.
“Caminamos del dolor a la Esperanza” fue el lema que animó esta manifestación religiosa de las comunidades cristianas, colegios y liceos en la Patagonia chilena con el ánimo de recoger y renovarse ante el difícil año vivido en la Iglesia por los abusos sexuales, de conciencia y poder; a los que se suman situaciones como la violencia, el consumismo exacerbado, el descuido de la “casa común”; temas que fueron abordados en las estaciones del recorrido.
Durante el trayecto los peregrinos se trasladaron a pie, en bicicleta, autos, furgones y buses. Quienes en especial caminaron fueron jóvenes de las parroquias de Coyhaique y Puerto Aysén, así como de las pastorales de colegios y liceos de ambas ciudades.
Ya en la “Cascada de la Virgen”, ubicada en el km 32 de la ruta CH-240, en un marco natural impresionante, exuberante y sobrecogedor las diferentes comunidades cristianas, movimientos apostólicos y colegios católicos, anticipando la celebración de la eucaristía, participaron de la fiesta religiosa rezando el rosario o animadamente ensayando cantos con el coro de la comunidad “Jesús Nazareno” de Puerto Aysén.
A las 16:00 horas inició la misa presidida por el padre Obispo Luis Infanti, quien en su homilía señaló: “este año ha sido particularmente difícil para la humanidad y para la Iglesia. Un año que en Chile hemos empezado con la visita del Papa Francisco a quien sentimos como peregrino y mensajero de paz y, sin embargo, pasan los días y este mensaje paz de Dios a través de Francisco lo vemos tan lejano y poco escuchado al ver la violencia que viven el pueblo Mapuche, los niños, las mujeres, los adultos mayores; y que también se manifiesta en los hogares, estadios, escuelas…”.
“Hoy día estamos aquí sintiendo el dolor de hermanas y hermanos; el dolor de la misma Iglesia en que parte de sus miembros consagrados incluso llegan a herir gravemente a menores. Este dolor nos duele a todos”.
“Pero a pesar de todo, estando aquí, nos anima y renueva el saludo de Dios a través de ángel Gabriel a María: ‘¡Alégrate!’, el pecado no tiene la última palabra; el mal será vencido; la resurrección, la vida, la gracia de Dios, tienen la última palabra. ‘¡Alégrate, María!’ a pesar de la muerte, el dolor y el pecado ‘¡Alégrate”, yo estoy contigo; tú eres llena de gracia”, anunció enfáticamente a los presentes el padre obispo Luis.
Coincidiendo con la fiesta, se hizo un especial saludo y reconocimiento por su testimonio y servicio a las hermanas Siervas de María Dolorosa que cumplieron 80 años de presencia en la región de Aysén; así como a los 19 años de ordenación episcopal del padre Obispo Luis Infanti.
Al término de la eucaristía los asistentes se mostraron muy contentos y reconfortados en su fe; y se retiraron ordenadamente a sus hogares tras una larga jornada que comenzó a las siete de la mañana.
Carabineros de Chile, que colaboró con el Vicariato Apostólico de Aysén junto a Vialidad en la coordinación y seguridad de los peregrinos, informó que toda la jornada se desarrolló con normalidad y no se reportó ningún incidente.
Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 10-12-2018