1. En las últimas horas hemos recibido esperanzadoras noticias que dan cuenta de una tregua en la violencia que ha golpeado la Franja de Gaza, y que deja a su paso un saldo de muertes, destrucción y desolación que nos duele en lo más hondo.
2. Ha sido éste un conflicto donde la seguridad de los civiles ha estado bajo constante amenaza, lo mismo que el acceso a la ayuda humanitaria y la protección especial de niños y mujeres. Siempre resulta estremecedor cuando, invocando razones políticas y militares, se vulneran los principios básicos del respeto a la dignidad y derechos de las personas y de las comunidades.
3. Al Dios de la Paz imploramos que esta pausa en las hostilidades conduzca a los líderes de ambas partes en conflicto, con el apoyo de la comunidad internacional, para que sean capaces de dar pasos generosos y allanar una salida a esta situación de dolor que marca toda una vida a tantas familias en la Tierra Santa donde vivió Jesús.
4. Junto al Santo Padre pedimos que la luz del Señor “haga fructificar los esfuerzos de quienes no se resignan a la lógica perversa del enfrentamiento y la violencia, y prefieren en cambio la vía del diálogo y la negociación para resolver las tensiones internas de cada país y encontrar soluciones justas y duraderas a los conflictos que afectan a la región”.
5. Desde este rincón del mundo, nos toca una tarea: valorar el regalo de la paz. Ante todo, en un tiempo de grandes decisiones políticas debemos cuidar la amistad cívica para que los procesos se realicen en el marco del respeto.
6. Por lo mismo, miramos con esperanza la buena voluntad con que, en Chile, israelíes y palestinos han implorado juntos el don de la paz. Buscando paz llegaron a esta tierra solidaria que los acoge con cariño. Así como junto a las comunidades judía y palestina los cristianos oramos por el bien de Chile, hoy todos somos llamados a ser instrumentos de la Paz del Señor.
7. A Santa María de la Paz confiamos este ruego. Que Tierra Santa llegue a ser testimonio de unidad entre hermanos y de paz duradera, y que el Espíritu del Señor suscite en sus pueblos y líderes los caminos que conduzcan a un porvenir de concordia.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
Rancagua, 19 de enero de 2008
