Hoy, al celebrar nuevamente el Día Internacional de la Mujer, quiero saludar con profundo cariño y alegría, a todas las mujeres que viven en la región de Atacama.
Unirnos a esta fecha nos hace pensar en el maravilloso aporte que son las mujeres en la sociedad, con cualidades tan propias de ellas como la generosidad, la ternura, la compasión, la empatía, la fortaleza.
Por eso invito a todos los hombres a que miremos a nuestro alrededor y veamos a las mujeres que están en nuestras vidas. Madres, hermanas, esposas, hijas, amigas, compañeras de trabajo, todas ellas desde sus distintos roles, trabajan día a día para construir una sociedad mejor, para proteger a sus seres queridos, para fortalecer sus familias, para llevar adelante sus múltiples tareas. Agradezcamos a todas ellas, que muchas veces enfrentan escenarios difíciles de machismo, violencia e indiferencia. Esto nos lleva al compromiso por el buen trato hacia las mujeres, respetando su dignidad como hija de Dios, evitando todo lo que vulnere sus derechos.
Que María, Madre de Jesús, mujer creyente, dueña de casa, modelo de discípula, de madre y de esposa, nos acompañe en esta tarea de hacer de Chile una gran familia.
Con Ella en el corazón, les bendice
† Gaspar Quintana J., cmf.
Padre Obispo de Copiapó
Copiapó, 8 de marzo de 2009