A los Asesores y Encargados (regionales y diocesanos),
a los coordinadores (regionales y diocesanos);
de la Pastoral Universitaria Nacional
En sus sedes
Ref. Invitación a reflexionar y orar por las vocaciones, sacerdotales y religiosas (Semana Vocacional, 27 abril – 3 mayo)
Estimados hermanos en el Señor:
¡Que el Dios de la esperanza les colme de alegría y paz, en este Tiempo Pascual!
Les escribo para invitarlos a reflexionar y orar en los grupos de universitarios católicos el Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (Domingo 3 de mayo), titulado:
“La confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana”.
En dicho Mensaje, el Santo Padre nos recuerda el apremiante llamado del Señor:
“Rogad al Dueño de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt 9,38); y nos dice que “la oración por las vocaciones ha de ser ininterrumpida y confiada”.
De este modo, la iniciativa divina podrá desplegarse sin obstáculos llevando a cabo su proyecto de salvación, y quienes son llamados podrán seguir dócilmente el llamado del Señor.
Precisamente, en el Señor –vivo y presente en la Eucaristía- se nos da el modelo eximio del
“diálogo vocacional” entre la libre iniciativa del Padre y la respuesta confiada del Hijo de Dios, a impulso del Espíritu Santo.
También encontramos en el “sí” total y generoso de la Virgen de Nazaret, una “emblemática respuesta, llena de confianza en la iniciativa de Dios”.
Así, Ella se convierte en Madre de nuestro Salvador y Madre de todos los llamados a la vida sacerdotal o consagrada.
Les ruego, pues, que en los días de esta Semana Vocacional (27 abril - 3 mayo) puedan convocar a un
momento de reflexión y oración por las vocaciones, puesto que [i
]“la mies es mucha y los obreros son pocos”[/i] (Mt 9,37). También en la Universidad el Señor sigue llamando jóvenes a servirlo.
Les transcribo la oración por las Vocaciones que difunde la Comisión Nacional de Pastoral Vocacional:
“Buen Pastor, Señor Jesucristo,
que sientes compasión al ver a las muchedumbres
como ovejas sin Pastor.
Te pedimos que envíes a tu Iglesia
Sacerdotes según tu corazón,
que nos alimenten con el pan de la Palabra
y la mesa de tu Cuerpo y Sangre.
Diáconos que sirvan en el ministerio sagrado
y en la caridad a sus hermanos.
Religiosos y Religiosas que,
por la santidad de sus vidas,
sean signos y testigos de tu reino.
Laicos, que como fermento en medio del mundo,
proclamen y construyan tu Reino
por el ejercicio de su diario quehacer.
Fortalece a los que has llamado,
ayúdalos a crecer en amor y santidad,
para que respondan plenamente a su vocación.
María, Madre y Reina de las vocaciones,
ruega por nosotros. Amén
Les acompaño con mi bendición, llena de afecto
+ Cristián Caro Cordero
Arzobispo de Puerto Montt
Presidente
Comisión Nacional de Pastoral Universitaria CECh