Misa de reparación por atentado incendiario en la parroquia Santa Teresa de los Andes
El domingo 27 se ofició una misa en la Parroquia Santa Teresa de los Andes, afectada el miércoles pasado por un atentado incendiario.
Un enérgico rechazo a la violencia, de todo tipo, física y verbal; y un llamado a conseguir el anhelado reencuentro de los chilenos, formuló el obispo Bernardo Bastres, durante la misa Por la Paz y la Justicia, que ofició ayer en la mañana en la Parroquia Santa Teresa de los Andes.
Este templo, ubicado en la Villa Alfredo Lorca, el miércoles fue blanco de un ataque vandálico. Desconocidos encendieron una barricada en el acceso principal, destruyendo la puerta de madera.
Por eso el pastor quiso entregar su apoyo y acompañamiento a los miembros de esta comunidad.
Al comienzo de la misa, el pastor se instaló mirando la calcinada puerta y bendijo la entrada del templo.
“Hemos venido acá para condenar esto, porque no estamos de acuerdo con la violencia, física y verbal. Lo rechazamos porque creemos que esta comunidad sirve a toda la comunidad, hace muchos años, e indistintamente de su color político y condición social”, remarcó.
De ahí la pena por este atentado, que va contra todo principio.
“Queremos reparar y decirle a Dios que estamos dispuestos a perdonar y construir de nuevo las puertas, y abrirlas para todos”.
“Esta puerta que ha sido profanada, que recoge lo más malo que puede hacer un ser humano, que recoge rencores, y que no es el signo que queremos ni para Chile ni para Magallanes”, afirmó el pastor.
Homilía
En la homilía condenó todo tipo de violencia, física o verbal, incluso la que se ejerce a través de las redes sociales.
“Este Punta Arenas no es el de la protesta del gas. Hoy han destruido propiedades y a gente que con esfuerzo ha logrado conseguir lo que tienen”.
De paso lamentó la cantidad de personas que en estos días han perdido la vida en nuestro país.
Reiteró las críticas que ha manifestado en ocasiones anteriores, como el Te Deum, a la segregación social que ha sufrido Punta Arenas, “con barrios para unos y para otros”.
Mencionó que la mirada y atención la tienen puesta ahora en los adultos mayores, “los más pobres entre los pobres, porque están viviendo en condiciones mucho más precarias”.
Igualmente el pastor habló de establecer la amistad cívica, “ya que no puede ser que porque discrepo con otro no nos hablemos más, o nos insultemos. Pero si lo más lindo que tenía Chile antes era que en una mesa un hermano era de un color y el otro de otro”.
Y sobre el incendio que afectó a la parroquia, agradeció a todos quienes colaboraron para que las llamas no se propagaran a todas las dependencias. “Con esto la Iglesia no cierra sus puertas, las volvemos a abrir, aunque nos cueste, porque queremos ser servidores del barrio y de todos. Todos tienen que encontrar el espacio para dialogar y sentirnos hermanos”.
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas
Punta Arenas, 28-10-2019