Candidatos al diaconado permanente de Punta Arenas recibieron ministerio de la palabra y la Eucaristía
En la Catedral de Punta Arenas los postulantes dieron un nuevo paso camino a su Ordenación.
El domingo 10 de noviembre a las 19.00 en la Iglesia Catedral los siete candidatos al diaconado recibieron el ministerio de la Palabra y la Eucaristía, en una misa presidida por el obispo de la diócesis Bernardo Bastres Florence. En la oportunidad los candidatos fueron acompañados de sus familias y comunidades cristianas.
El obispo en su homilía señaló: “En este contexto de la Resurrección de los muertos, 7 matrimonios recibirán los Ministerios de la Palabra y la Eucaristía. Son los candidatos para el Diaconado Permanente, que acogiendo lo que dice el Documento de Aparecida, son “discípulos y misioneros del Señor, llamados a servir a la Iglesia como diáconos permanentes, fortalecidos, por la doble sacramentalidad del matrimonio y del Orden. Ellos son ordenados para el servicio de la Palabra, de la caridad y de la liturgia; también para acompañar la formación de nuevas comunidades eclesiales, especialmente en las fronteras geográficas y culturales, donde ordinariamente no llega la acción evangelizadora de la Iglesia”. (205).
Sigue el documento señalando: “Ellos deben recibir una adecuada formación humana, espiritual, doctrinal y pastoral con programas adecuados, que tengan en cuenta -en el caso de los que están casados- a la esposa y su familia. La V Conferencia espera de los diáconos un testimonio evangélico y un impulso misionero para que sean apóstoles en sus familias, en sus trabajos, en sus comunidades y en las nuevas fronteras de la misión”. (207 y 208)
Es así, que esta tarde los varones recibirán de forma estable estos ministerios, mientras que sus esposas de forma extraordinaria, de acuerdo a la actual legislación de la Iglesia. Sabemos que el lectorado, es el ministerio cuya función es proclamar la Palabra de Dios en la asamblea Eucarística. El Lector, proclama por tanto en primer lugar, la Palabra de Dios, con su vida, para ello la lee, la medita, la estudia, la reflexiona, para que cuando le corresponda proclamarla no solo sea una lectura bien realizada, sino el reflejo de su amor y familiaridad con lo que proclama.
El acolitado, o Ministro Extraordinario de la Eucaristía, ésta destinado para el servicio del altar y para la distribución del Pan consagrado a los fieles en la liturgia Dominical y normalmente llevarlo a los enfermos y ancianos, que por su condición no pueden asistir a la Eucaristía de la comunidad.
Por ello, su preocupación y ministerio es cuidar para que el lugar donde se celebra la Eucaristía tenga todo lo necesario y todo el decoro que la liturgia establece. Serán ellos los llamados a preparar el altar con el pan y el vino para la celebración de la Misa. Su vida se va configurando más íntimamente a Cristo, se ofrece a sí mismo cada día a Dios y a los hermanos, como Jesucristo que se entrega totalmente a los hermanos y a Dios en cada Eucaristía. Debe distinguirse en el pueblo de Dios por su testimonio de generosidad, de seriedad, de amor sincero, cercano a los que sufren siendo el mismo signo de la presencia de Cristo en medio de los hermanos.
También, hemos querido realizar esta entrega de ministerios esta tarde, pues nos encontramos caminando hacia la celebración de los Quinientos años de la Primera Misa celebrada en el Estrecho de Magallanes.
Lo hemos señalado en varias ocasiones, que nuestro deseo para estas celebraciones es que del “Evangelio y la Eucaristía estén en el corazón de Magallanes”. El anuncio del evangelio en estos confines de la tierra, comenzó con dos signos sacramentales del inicio de la vida cristiana: el Bautismo y la Eucaristía. Cristo vino por vez primera entre nosotros como Pan, como alimento que viene a saciar el hambre más profunda que todos tenemos, el sentido de nuestra existencia, la razón de nuestra historia y sobre todo a regalarnos la plenitud de la vida que se proyecta por toda la eternidad”. Concluyó.
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas
Punta Arenas, 11-11-2019