Una gran asamblea se reunió a las 15 horas el pasado sábado 7 de marzo, en el Templo Catedral, para despedir a don José Fidel Oyarce Alvarado, quien por 24 años sirvió en nuestra Iglesia que peregrina por Valdivia como diacono permanente. El pasado jueves 5 de marzo, nuestro hermano falleció, y fue velado en la capilla Nuestra Señora de Lourdes, comunidad de la parroquia Buen Pastor en que ofreció su vida, ministerio y vocación.

Hermanos y hermanas de diversas comunidades parroquiales, pastorales y movimientos se hicieron presentes para despedir al diacono y acompañar a su familia. La Misa de funeral fue presidida por el Administrador de Valdivia, R.P. Gonzalo Espina, quien en su homilía destaco lo bello que debió ser para don Fidel, ver la acción de su ministerio en sus hermanos y hermanas, su entregue gratuita y generosa.

“Gracias por tantos hermanos nuestros, hace poco despedimos al padre Cornelio, que son testimonio de la acción de tu Espíritu en medio de nosotros, de esa luz que tú nos regalas y que ilumina las oscuridades de nuestra vida, de nuestra historia y de nuestro mundo. Ayúdanos Señor a conservar estas cosas en el corazón, agradecértelas siempre, que sigamos caminando, orando y homenajeando a los hermanos que nos han dejado su testimonio. A ellos también nos queremos encomendar, en esta comunión mística de hermanos en la fe, en el cuerpo de Cristo, en la Iglesia peregrina y en la Iglesia celestial”, agradeció nuestro Administrador Apostólico tras la comunión.

Breve reseña

Don Fidel nació un 14 de agosto de 1934 en Curacautin. Formo una familia con doña Herminda Reyes (Q.E.P.D), con quien tuvo 5 hijas (Nancy, Patricia, Alicia, Mónica y Verónica), 6 nietos y 4 bisnietos. Además de formar una estrecha relación con su sobrina Hayde. Trabajó en la empresa Valdivia, INFODEMA.

Recibe el Orden el 20 de abril de 1997, y sirve a las comunidades de las parroquias Buen Pastor, Las Animas, y Nuestra Señora del Tránsito, Corral. Siempre activo y presente en cada actividad diocesana, don Fidel nos enseñó a vivir nuestra fe en la comunidad familiar, parroquial y diocesana, entregándose gratuitamente a través del servicio a sus hermanos y hermanas.

Fuente: Comunicaciones Valdivia
Valdivia, 09-03-2020