Cuando las cosas se ponían grises en pleno invierno de 2020, por la pandemia del coronavirus, un vecino del barrio Yungay se acercó a la parroquia de la Zona Centro para ver cómo podía ayudar.
Mientras participaba en la Asamblea autoconvocada Yungay, Luis Henríquez, conocido artísticamente como Mico, supo de “la cercanía de la parroquia al vecindario y su fuerte acción social y solidaria”. Esto, sostuvo, lo incentivó a conversar con el párroco, padre Álvaro Chordi para conocer en detalle lo que hacía la comunidad. Tras ese diálogo, Mico se convenció de “que era un espacio donde podía aportar”. Así nació la idea de pintar el primer mural.
Este dibujante, muralista y padre de tres hijos, desplegó todo su talento y cariño en los espacios comunes de la parroquia.
En mayo de 2020, junto a algunos feligreses, Mico decoró la sala de madera con un mural de Pentecostés. Luego junto a personas en situación de calle que se albergaron durante el invierno en la parroquia, pintó un gran mural en todo el pasillo interior del galpón.
También diseñó una acogedora fachada donde hoy se entregan los almuerzos y cenas de las ollas comunes y durante la Semana Santa de este año concluyó la segunda parte de ese mural. Se trata de un Cristo resucitado que da esperanza a los familiares que velan a sus deudos en la parroquia. Además, decenas de cocinas y oficinas del barrio Yungay tienen un calendario de San Saturnino diseñado por él.
En sus creaciones colectivas, escucha las ideas y propuestas de miembros de la comunidad y luego realiza un boceto, que es evaluado y aprobado por los mismos.
“Trato que las imágenes sean sencillas pero significativas, coloridas, alegres y esperanzadoras. Qué tengan un mensaje comprensible, que un niño o un adulto puedan entender lo que significa el mural. Sin necesidad de un texto, que las imágenes hablen por sí solas”, expresa Luis “Mico” Henríquez.
Y es que sus coloridos murales recrean emociones, contienen símbolos significativos de este tiempo y, para quienes son de la parroquia San Saturnino, siempre alientan la mirada al cielo, hacia lo alto donde está la Santísima Trinidad entregando esperanza.
Su inspiración e historia
Mico comenta que desde su juventud la “fe ha sido una permanente fuente de inspiración. También, las culturas latinoamericanas y la iconografía cristiana, mezcladas con el muralismo mexicano, son mis mayores inspiraciones. Pero siempre he tratado de buscar un estilo propio”, afirmó.
Su primer mural pintado en 1982 a la edad de 18 años fue realizado en el Centro Pastoral Juvenil del colegio Sagrados Corazones de Alameda “justamente una imagen inspirada en el Evangelio”, precisa.
Luego, hacia el año 1986 comenzó a pintar murales en la capilla Cristo Quemado de Lo Prado junto a los jóvenes del taller de Difusión Popular. De allí nacieron las Unidades Muralistas Camilo Torres (UMCT) para extender este arte dentro y fuera de Santiago, desde Calama hasta Puerto Montt.
Seguramente, más de alguna vez caminando por la ciudad te has topado con el trabajo de este talentoso artista. Es Luis “Mico” Henríquez un vecino del barrio Yungay que hoy alimenta la esperanza a través del arte plasmado en los muros de San Saturnino.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 25-05-2021