Monseñor Pellegrin señaló que la responsabilidad es grande, pues “como presbíteros y obispo estamos llamados a ser otros Cristos, a buscar la unión con el Señor y a proclamarlos principalmente con el testimonio de nuestras propias vidas”.

Con la celebración de la Misa Crismal, el clero de la Diócesis de Chillán recordó este martes 03 de abril, la institución del sacerdocio y llevó a cabo la renovación de sus promesas ministeriales.
La eucaristía tuvo lugar en la Iglesia Catedral y fue oficiada por el obispo Carlos Pellegrin Barrera. En la oportunidad, el pastor diocesano bendijo el óleo de los enfermos y consagró el crisma, un aceite que se utiliza en la entrega del sacramento del orden sacerdotal, el bautismo y la confirmación.
El sentido de la Misa Crismal fue evocar aquel Jueves Santo, día previo a la muerte de Jesucristo, cuando al celebrar su Última Cena, nos deja la Eucaristía y el ministerio del sacerdocio, a través de sus apóstoles. Tradicionalmente esta misa es celebrada el mismo jueves en la mañana. Sin embargo, por las distintas actividades productivas que se tienen en nuestra sociedad moderna, la Iglesia abrió la posibilidad de celebrarla un día cercano al jueves. En la Diócesis de Chillán se ha instituido para un día martes, pues es el día que los sacerdotes gozan su descanso y están más liberados de sus responsabilidades pastorales.
En su homilía, el Obispo de Chillán se refirió a la importancia que tiene para la Iglesia el compromiso del ministerio sacerdotal, porque es precisamente en los presbíteros donde se proyecta en forma especial la figura de “
Jesucristo como el ungido y el enviado para proclamar la Buena Nueva con la fuerza del Espíritu Santo”.
Sin embargo, expresó que la vocación sacerdotal va de la mano con un sentimiento de fragilidad, sintiéndose muchas veces indignos del llamado del Señor. Por lo mismo, agregó, “
este es un día especial para agradecer el ministerio de ser su instrumento escogido”.
Al mismo tiempo, señaló que la responsabilidad es grande, pues “
como presbíteros y obispo estamos llamados a ser otros Cristos, a buscar la unión con el Señor y ha proclamarlos principalmente con el testimonio de nuestras propias vidas”.
Finalmente, llamó a los fieles a acompañar permanentemente a sus sacerdotes y a orar por este ministerio de especial consagración. “
Les pido que oren por los ministros de la Iglesia para que unidos fielmente a su obispo sean hombres de oración, que con la fuerza del Espíritu Santo, entiendan siempre su ministerio como un humilde servicio a Cristo y a su Iglesia”, señaló.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 02-04-2007