Se considera que el indio Juan Diego nació en 1477 y recibió el nombre azteca de Cuautlatóhuac, que significa “el que habla como el águila”. Se casó con la india Malitzin y en 1524 ambos fueron bautizados por los misioneros franciscanos. Malitzin murió en 1528 y Juan Diego en 1548.
A dos años de su muerte, se escribió el relato de las cuatro apariciones de la Virgen y de todos los acontecimientos relacionados con ellas. María le explicó que ella lo había elegido muy particularmente para ser su mensajero. En la cuarta aparición, al amanecer del 12 de diciembre de 1531, la Virgen lo animó para que no tuviera miedo y que le daría una señal para que le creyeran. Cuando Juan diego desplegó su tilma para mostrar al obispo las rosas que había juntado, en la rústica tela había quedado grabada la imagen de la “Señora del Tepeyac”.
En el lugar de las apariciones se levantó al poco tiempo una ermita y Juan Diego vivió junto a ella durante 17 años. Hasta su muerte fue el “sacristán de la Virgen”. Los peregrinos que visitaban el lugar quedaban impresionados de su ejemplo de fe. Los misioneros lo ponían como modelo.
Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México y de toda América Latina, desde su Basílica nos acompaña como “Estrella de la Evangelización”.
Se da a conocer la síntesis final de los aportes de las comunidades de la Tercera Asamblea Eclesial
Este martes 25 de octubre se ha dado a conocer al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, una síntesis de los aportes de los participantes de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, reunidos en 60 comunidades, que trabajaron durante los días 7, 8 y 9 de octubre en el Colegio La Salle, en Santiago.
Como se recuerda en la presentación del documento, a cargo del obispo Sergio Pérez de Arce, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile; el diálogo se hizo en torno a dos grandes ámbitos de relación que vivimos en la Iglesia: las relaciones al interior de nuestras comunidades y la relación que tenemos con otras realidades que nos interpelan.
“El objetivo era discernir los cambios y conversiones que tenemos que asumir para relaciones más evangélicas, y responder así al anhelo de ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora. El diálogo no partía de cero, sino tomando en cuenta las ricas aportaciones que nos ha hecho el proceso de discernimiento eclesial de la Iglesia chilena, iniciado a fines del 2018, y el camino sinodal iniciado en octubre de 2021” señala Pérez de Arce, agregando que “como lo hemos dicho reiteradamente, para nosotros ha sido un único y gran proceso, que ha tenido un hito importantísimo en esta Asamblea Eclesial Nacional, y que continúa en nuestras Iglesias locales, en el seno de la Conferencia de Obispos, y en las etapas continental y universal del Sínodo de la sinodalidad”.
Respecto de cómo sigue el trabajo post Asamblea Nacional, el obispo explica que el camino continúa en las Iglesias locales, “que es donde prioritariamente se alienta y se planifica la misión”, añadiendo que los aportes de la Asamblea Nacional, junto al discernimiento que las mismas Iglesias han hecho en Asambleas diocesanas y otros encuentros, “están llamados a ser un insumo indispensable para los organismos diocesanos y los agentes de pastoral en su animación de la misión”.
Por otra parte, se manifiesta que el camino continúa también en el seno de la Conferencia Episcopal, a la luz de las orientaciones que entregue la Asamblea de los Obispos. “Prácticamente todos los Obispos participaron de la Asamblea Nacional, vivieron el ambiente de oración, fraternidad y de libertad en que se dio el diálogo comunitario, por lo que podrán discernir los llamados que Dios nos hace en este proceso. Lo más probable es que el Episcopado decida elaborar en un tiempo próximo Orientaciones Pastorales, recogiendo para ello los aportes de la Asamblea Eclesial Nacional, de los procesos diocesanos de discernimiento, de lo que nos entregue la continuidad del Sínodo y del siempre necesario discernimiento de los signos de cada tiempo”.
Finalmente, agradeciendo a Dios el poder vivir “esta experiencia de comunión en la Asamblea Eclesial Nacional” y solicitando “la fuerza de su Espíritu para los caminos de renovación y conversión de nuestra Iglesia”, el secretario general del Episcopado expresa que en este momento, vienen bien las palabras del Documento Preparatorio del Sínodo sobre los procesos eclesiales: “Es en el vínculo profundo entre el sensus fidei del Pueblo de Dios y la función del magisterio de los pastores donde se realiza el consenso unánime de toda la Iglesia en la misma fe. Cada proceso sinodal, en el que los obispos son llamados a discernir lo que el Espíritu dice a la Iglesia no solos, sino escuchando al Pueblo de Dios, que participa también de la función profética de Cristo, es una forma evidente de ese caminar juntos que hace crecer a la Iglesia” (N° 14).
Relaciones al interior de la comunidad eclesial y las que desafían a la Iglesia hoy
Tal como se trabajó durante los días de la Asamblea, la síntesis aborda los aportes de las comunidades en dos ámbitos.
En primer lugar, se presentan las relaciones al interior de la comunidad eclesial, en cinco temas: I) Transparencia, rendición de cuentas y supervisión; II) Liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; III) Acompañamiento; IV) Formación; y V) Otras propuestas.
Por otra parte, el texto también recoge los aportes respecto a 9 tipos de relaciones que desafían a la Iglesia hoy: 1. Relación con quienes más sufren, 2. Relación con las víctimas de abuso y la prevención, 3. Relación con la mujer, 4. Relación con personas con diversas orientaciones sexuales, 5. Relación con los Jóvenes, 6. Relación con la familia en sus múltiples desafíos y transformaciones, 7. Relación con el país en sus procesos sociales y políticos, 8. Relación con el medio ambiente, 9. Relación con la cultura y la transmisión de la fe.
En el documento se recuerda que la síntesis presentada en la Asamblea sobre estos temas recogió solo las propuestas de pasos concretos, y debido a que las comunidades sintieron que la priorización no había recogido suficientemente su aporte, en esta versión se integran la totalidad de los aportes realizados sobre “las llamadas”, “las conversiones”, “las actitudes”, “los pasos concretos” y “los comentarios a la primera síntesis”.
La síntesis completa y otros recursos de la Asamblea se pueden revisar en el sitio web www.asambleaeclesial.cl
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