Chillán homenajeó al padre Raúl Manríquez

En “Acto Artístico Cultural”

Chillán homenajeó al padre Raúl Manríquez

"El padre Raúl Manríquez Ibáñez es uno de los grandes personajes de la historia del Chillán contemporáneo", señaló el alcalde Aldo Bernucci Díaz.

Lunes 23 de Abril de 2007
Un merecido homenaje público recibió de la comunidad chillaneja el padre Raúl Manríquez Ibáñez, ex vicario general de la Diócesis de Chillán. El reconocimiento fue organizado por el municipio local, en agradecimiento a su significativo aporte como sacerdote y como ciudadano al desarrollo de la sociedad local.

El homenaje se hizo a través de un “Acto Artístico Cultural” que tuvo lugar en la tarde del viernes 20 de abril, en la Gran Sala del Teatro Municipal de Chillán, donde se presentó el destacado pianista chileno Manuel Montero, con reconocimientos en Chile y el extranjero.

En la oportunidad, el alcalde Aldo Bernucci Díaz, anfitrión y promotor del homenaje, señaló que más allá de su vocación ministerial, el padre Raúl Manríquez se ha levantado como uno de los grandes personajes de la historia del Chillán contemporáneo, especialmente por su rol como defensor de los derechos humanos y como colaborador de las grandes acciones que han significado el desarrollo de la ciudad en las últimas cuatro décadas. “Es mucha la gente que le debe la vida al padre Raúl, quien ayudó no sólo a perseguidos sino también a sus familiares” indicó.

Sobre lo que representa la figura del padre Raúl Manríquez para la sociedad local, también hubo otros testimonios como el de su par y amigo personal, el padre José Luis Ysern, quien lo ve como un “pastor de personas” que representa muy bien a la Iglesia en su relación con el mundo y como iluminadora del pueblo.

Esto es algo que lo reafirma el testimonio de Rosario Peña, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Chillán, para quien el padre Manríquez fue un apoyo permanente y una voz de esperanza en medio del dolor de muchos grupos familiares que sufrieron la perdida de seres queridos durante el régimen militar.

Para el abogado Carlos Castillo, quien se presenta como agnóstico, el testimonio del padre Raúl Manríquez, especialmente en su defensa a los derechos humanos, en ser la voz de los sin voz, en la enseñanza clandestina a los jóvenes sobre los valores de humanismo cristiano, ha hecho que muchas personas que no llevan el don de la fe, de igual forma respeten y admiren la obra de la Iglesia y de sus personeros en el importante rol jugado en la recuperación de la democracia.

Con respecto a ese importante rol jugado en tiempos difíciles, el padre Raúl Manríquez reconoce que ha sido la gran labor pastoral que ha realizado dentro de su ministerio, pero subrayando que fueron acciones emprendidas sobre la convicción del llamado de Jesucristo a todo sacerdote a estar junto al que sufre.

Al término del homenaje, el padre Raúl Manríquez indicó sentirse en deuda con el gran cariño recibido durante todos estos años en nuestra ciudad. Al mismo tiempo, confesó su resistencia a este nuevo homenaje público, pues ahonda la vanidad del hombre. Sin embargo, agrega, más allá de lo que representa su persona, lo importante es entender su ministerio como el llamado del Señor a todo sacerdote a ser un “simple servidor y hacer lo que se tiene que hacer”.

Finalmente, en virtud de la tribuna que en este acto le entregaron, se permitió exhortar a todas las personas presentes a buscar la felicidad y la plenitud de la vida en el servicio a los otros. Los llamó a “buscar el beneficio de los demás por sobre los intereses personales, tal como el Señor nos lo ha pedido”.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 23-04-2007