La peregrinación se inició en el Estadio de Monte Águila y terminó en el Santuario San Sebastián de Yumbel con una Eucaristía.
Con alegría y entusiasmo, más de tres mil personas participaron en la Peregrinación Juvenil Yumbel 2022, organizada por la Vicaría Pastoral de Juventud (VPJ), la mañana de este sábado 12 de noviembre.
Los peregrinos llegaron cerca de las 08:30 horas hasta el Estadio Municipal de Monte Águila, donde los esperaba la agrupación Guerreros de la Fe, que fue la encargada de animar este primer momento de bienvenida.
Además, a medida que los jóvenes iban llegando, recibían su credencial y un lindo Pasaporte, que mostraba cada una de las estaciones por las que debían pasar antes de llegar al Santuario San Sebastián de Yumbel.
Luego de un momento de canto, baile y oración, el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, le dio el envío a los presentes, quienes comenzaron su caminar.
El lema de esta peregrinación fue “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1,39) y cada una de las estaciones estaba relacionada con la Santísima Virgen. Fue así que los peregrinos llegaron hasta la Estación 1: “María custodia de la esperanza”, luego a la Estación 2: “María, joven portadora de una promesa”, después a la Estación 3: “María, modelo de Iglesia joven” y posteriormente a la Estación 4: “Junto a María, seamos jóvenes apóstoles en salida”.
A medida que los jóvenes iban llegando hasta el Santuario San Sebastián, se les brindó la oportunidad de tener un momento de oración en la capilla del recinto, donde estaba expuesto el Santísimo Sacramento. Luego hubo una presentación de bailes religiosos y dos servidoras llevaron una imagen de la Virgen de Fátima hasta un costado del altar.
Posteriormente los peregrinos participaron en la Eucaristía, que fue presidida por Monseñor Fernando Chomali, quien en su homilía agradeció a Dios porque “nos ha regalado este día” y aseguró que si bien estaba cansado, tenía “el corazón contento, porque el regalo que hemos vivido esta mañana es esperanza, lo que hemos vivido esta mañana es el presente de la Iglesia y futuro de la Iglesia”, al igual que de la región y de Chile.
Además, afirmó que la fe Católica es una fe práctica, “que nos enseña a cómo vivir mejor, a cómo vivir conforme a nuestra dignidad. En definitiva, a cómo ser felices. Y para eso fijemos la mirada en María, quien es una criatura como nosotros, a diferencia de Jesús que no es una criatura”.
En ese sentido, señaló que “nosotros, mirando a María, podemos comprender nuestro itinerario (…) Lo primero es que María quiere hacer la voluntad de Dios. Esa es la condición fundamental para ser cristiano: querer hacer la voluntad de Dios, reconocer que hay una voluntad de Dios para nosotros. En segundo lugar, reconocer que esa voluntad de Dios nos llega a través de su Palabra, nos llega a través de la comunidad. Y esa voluntad de Dios es ni más ni menos que reconocernos como hijos de Dios, como templos del Espíritu Santo”.
“Y esa voluntad de Dios se manifiesta en acciones concretas, la fe Católica es una fe de acciones concretas y María lo demuestra, porque ella -haciendo la voluntad de Dios, estando llena de Dios- va a visitar a su prima Isabel, presta un servicio de solidaridad. Un católico que no presta un servicio de solidaridad a alguien, un católico que no hace algo por alguien le falta madurez cristiana, todos nosotros debemos movernos para hacer algo por alguien, concreto y real”, enfatizó.
Asimismo, sostuvo que “nosotros tenemos que ser fuente de alegría, si cuando llegamos a un lugar somos fuente de separación, somos fuente de pelambre, somos fuente de desunión, no estamos viviendo la experiencia de María, fuente de alegría, la alegría que nos da sabernos necesitados los unos de los otros”.
Además, dijo que “estar lleno de Dios implica una actitud de agradecimiento, un católico que no agradece es porque no reconoce el vínculo profundo que Dios tiene con él. Dios nos creó porque nos quiere, Dios no nos quiere porque nos crea, sino que nos quiere y por eso que nos crea”.
En el momento de la presentación de ofrendas, además de las especies de pan y vino, los jóvenes presentaron ante el altar canastos que contenían mensajes de esperanza que llaman a seguir anunciando el Evangelio; también llevaron el Pasaporte que marcó la huella de los peregrinos a lo largo de este caminar, como símbolo de su encuentro con Cristo resucitado; y presentaron una bandera de Portugal, país que será anfitrión de la próxima Jornada Mundial de la Juventud.
Un reencuentro
La Delegada Episcopal de la Pastoral de Juventud, Fanny Salazar, afirmó que “fue un reencuentro masivo, importante” y agradeció a Dios, porque no llovió, ya que ese era el pronóstico “y quizás muchos se quedaron en la casa por lo mismo”.
“Esta es una peregrinación de fe hacia un lugar de fe, así que estamos contentos. El otro año vamos a cumplir cuarenta años desde que se realizó la primera Peregrinación Juvenil a Yumbel, así que estamos felices”, enfatizó.
Por su parte, el Asesor de la Pastoral de Juventud, Padre Ricardo Valencia, expresó que “estamos muy contentos, porque la asistencia de las comunidades diocesanas fue masiva, tuvimos más de 57 comunidades representadas -colegios, parroquias, movimientos- y es una alegría poder reunirnos en comunidad para seguir a Cristo de la mano de San Sebastián”.
En ese contexto, comentó que “dice la oración que San Sebastián quiso seguir a Dios antes que a los hombres, obedecer a Dios antes que a los hombres, y aquí tenemos una juventud que está dispuesta a obedecer a Dios, que nos llama a vivir en comunidad, que nos llama a caminar juntos, solos no podemos”.
“Y estas más de 57 comunidades, que están representando a los jóvenes de la Arquidiócesis de Concepción, representan eso: un anhelo de poder vivir en comunidad, de poder caminar juntos, a veces levantarnos juntos y a veces celebrar. Y hoy día celebramos la fe y eso nos tiene muy contentos”, agregó.
«Una bonita experiencia»
Nicole Cárdenas ha participado en esta tradicional peregrinación en varias ocasiones y hoy volvió a vivir esta experiencia, que considera que es “súper linda, muy entretenida, porque en el camino uno conoce gente”.
Mientras que para Macarena Barra esta fue la primera vez que participaba en esta peregrinación y lo hizo junto a 28 de sus alumnos: “Fue una súper linda experiencia, un momento para reflexionar y también para compartir con nuestros estudiantes (…) Están todos muy felices, sin ningún inconveniente, y con ganas de que esto se repita y poder venir el próximo año”.
En tanto, Isidora Álvarez señaló que la peregrinación le pareció “muy buena” y relató que se motivó a venir pese a que pensó que iban a tener que peregrinar con lluvia, “pero el tiempo se arregló y salió todo súper bien. El próximo año me apunto a Yumbel y a Los Andes”.
Por su parte, Erwin Olate, quien ha participado en años anteriores y quiere sumarse también el próximo año, sostuvo que es “un lindo momento para encontrarnos como jóvenes y traer nuestras intenciones. Estuvo bonito todo y bien preparado”.
Asimismo, John Ramos indicó que “fue una experiencia bonita, igual que en años anteriores” y destacó que “siempre es bueno encontrarse con los hermanos, sobre todo con los jóvenes que nos cuesta juntarnos o reunirnos, así que es una bonita experiencia caminar y llegar al encuentro del Señor y al final terminar en la Eucaristía juntos”.
Mientras que Gisella Huaiquil relató que también ha participado en peregrinaciones anteriores y ha tenido “hartos roles, porque he estado en el servicio, he estado peregrinando, he estado en el coro, y creo que siempre tiene una magia distinta”.
“Este año en especial, yo camino por Chile, por la situación que está pasando actualmente, y creo que es bonito ver que todavía esto sigue vigente, que esta peregrinación -a pesar de los kilómetros- igual sigue siendo una experiencia que une, así que me quedo con eso”, enfatizó.
Finalmente, manifestó que “sin duda” participará el próximo año en la Peregrinación Juvenil a Yumbel.
Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 13-11-2022