Habiendo concluido nuestra reunión ordinaria mensual del Comité Permanente del Episcopado, fuimos informados del ataque de un grupo armado en el hospital Sótero del Río, que ha causado hasta ahora la muerte de cuatro personas y heridas graves a otras dos.
Al optar por el retorno a la democracia, el pueblo chileno rechazó la violencia y claramente eligió el camino del consenso a través del diálogo y la participación, para construir un país reconciliado y en paz.
Crímenes como el que condenamos contradicen abiertamente el anhelo de los chilenos de vivir en paz. Llamamos a los autores intelectuales y materiales de estos hechos, a reflexionar sobre sus motivaciones y les recordamos a estos nuevos Caínes, que asesinan a personas inocentes, que la vida sólo pertenece a Dios.
Llamamos a perseverar firmemente en la construcción de una cultura de la vida, que aísle a los violentos en su afán disociador. Hacemos llegar nuestra condolencia a las familias de las víctimas, así como también al Cuerpo de Carabineros y a Gendarmería de Chile.
En este Mes de María, le pedimos a Ella que interceda ante el Dios de la Vida por Chile y los chilenos.
† CARLOS GONZALEZ C.
Obispo de Talca
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
† SERGIO CONTRERAS N.
Obispo de Temuco
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile.
Santiago, 14 de noviembre de 1990.
