El Obispo de Chillán celebró una misa con bendición de herramientas en la Parroquia El Buen Pastor. En horas previas visitó enfermos en el Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad.

Un llamado a la
“valorización de la persona por sobre la producción” hizo monseñor Carlos Pellegrin Barrera, Obispo de Chillán, en la misa del 1º de mayo, con motivo de la celebración de la Fiesta de San José Obrero y del Día Internacional del Trabajo.
La misa fue celebrada en la parroquia El Buen Pastor de Chillán, a las 10 horas, con presencia de un gran número de representantes del mundo del trabajo y de trabajadores que habitan en el popular sector de la ciudad. Entre las autoridades estuvieron presentes el Gobernador de Ñuble, Ignacio Marín Correa; el alcalde de Chillán, Aldo Bernucci Díaz; y el presidente de la CUT Provincial, Pedro López.
En su homilía el prelado indicó que nuestro actual sistema socioeconómico está regido por la productividad y la competitividad de las múltiples áreas laborales, quedando en un plano secundario los derechos de quienes son parte fundamental del sistema: los trabajadores. Dado este escenario, indicó, es de suma importancia recoger el llamado del Papa Benedicto XVI, quien nos ha dicho que
“la Iglesia proclama sin cesar el primado del hombre sobre la obra de sus manos, y recuerda que todo - el capital, la ciencia, la técnica, los recursos públicos e incluso la propiedad privada – tiene por finalidades verdadero progreso de la persona humana y el bien común”.
Al respecto, agregó que la Iglesia tiene una misión trascendental en la enseñanza de la doctrina social, especialmente en lo que respecta a la justicia con los trabajadores, única fuente de paz verdadera.
En cuanto al escenario que presenta nuestra realidad provincial y nacional, monseñor Pellegrin dijo que es palpable la falta de unidad en el mundo de los trabajadores.
“La unidad de los trabajadores, la fuerza social que tienen, debe ser procurada y deseada; pues en su más noble sentido es una fuerza constructora de comunidad y no de división. Este 1º de mayo, fiesta de San José Obrero, y día de los trabajadores del mundo entero, hago un llamado a la unidad de los trabajadores; a las autoridades y a los empresarios a apoyar la organización de sus trabajadores, para que asuman con responsabilidad el hecho de su organización y cumplan con su misión al servicio del bienestar y la paz en nuestra patria.”
Por otra parte, haciendo eco de las palabras de San Pablo, llamó a cada cristiano a considerar el trabajo como un camino de dignificación para la vida y de santidad personal.
“Cualquiera sea su trabajo, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor les recompensará haciéndolos sus herederos”, citó del apóstol.

En este sentido, también llamó a agradecer a Dios por la posibilidad que muchos tienen de trabajar, poniendo sus manos al servicio del país y la sociedad local. Al mismo tiempo, hizo una ferviente invitación a orar por quienes no cuentan con esta bendición y a solidarizar con ellos y sus núcleos familiares. Al respecto, hizo un especial emplazamiento a las autoridades y los empresarios para la búsqueda de caminos que nos permita acabar con el desempleo en nuestra sociedad.
Al término de la misa, se llevó a cabo la bendición de herramientas de los trabajadores y las trabajadoras presentes.
Previo a la celebración de la misa, el Obispo visitó a los trabajadores internos por accidentes laborales en el Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad. La visita la hizo junto al gobernador de Ñuble, Ignacio Marín; el presidente de la CUT Provincial, Pedro López; y representantes de la prensa local.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 02-05-2007