Mensaje a los fieles del Obispado Castrense, especialmente a Carabineros de Chile y sus familias
En los primeros días del nuevo año hemos sido testigos en el país de violentos episodios que han dejado a personas heridas, entre ellas a varios niños, y de la destrucción intencional de recintos tanto públicos como privados.
Este viernes 3 de enero, y después de intentarlo en varias ocasiones, contemplamos con desconcierto el ataque, profanación e incendio de la iglesia institucional de Carabineros de Chile «San Francisco de Borja», en la ciudad de Santiago. Se trata de un lugar y espacio sagrado dedicado a Dios y a la atención humana, pastoral y espiritual de los carabineros, sus familias y de todas las personas que buscan al Señor con sincero corazón. Resulta del todo incomprensible este acto vandálico y violento, más aún cuando esta iglesia institucional está al servicio de toda la comunidad.
A todos los integrantes de la querida institución de Carabineros a lo largo del país, unida espiritualmente en torno a este templo durante las últimas décadas, les expreso mi cercanía en estos difíciles momentos y les animo a seguir empeñados en salvaguardar el orden y la paz social.
Con la misma fuerza con que hemos considerado justas las legítimas demandas sociales y promovido el respeto a los derechos humanos, condenamos en todas sus formas esta persistente violencia que no hace más que profundizar las heridas de Chile.
Nuestro compromiso sigue siendo construir una sociedad más respetuosa, justa y en paz. El futuro del país depende de nuestra capacidad de diálogo sincero para discernir lo que es justo, de acuerdos transversales que se respeten y de acciones concretas, que devuelvan a Chile su alma de pueblo con vocación de unidad, respeto por todos y desarrollo integral.
Que el Señor los bendiga y los guarde a todos para que, por intercesión de la Virgen del Carmen, sigamos su camino en la verdad, la justicia y la paz.
+ Santiago Silva Retamales
Obispo Castrense de Chile
Santiago, 4 de enero de 2020.