Monseñor Pellegrin llamó a no ser indiferentes frente a Ley de Educación

Se refirió al tema en conferencia de prensa

Monseñor Pellegrin llamó a no ser indiferentes frente a Ley de Educación

El Obispo de Chillán invitó a los católicos a conocer el proyecto de ley y a plantear contribuciones válidas y positivas desde la dimensión valórica.

Viernes 18 de Mayo de 2007
“A nadie puede serle indiferente” lo que implique para el país la posible promulgación de la Ley General de Educación, indicó el Obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrin Barrera, en el marco de una conferencia de prensa a la cual convocó el jueves 17 de mayo para reflexionar sobre la materia.

El pastor diocesano reiteró que la educación es concebida como una misión por la Iglesia, pues es el camino para alcanzar una mejor calidad de vida, la superación de la pobreza y el acceso al conocimiento que permite la formación integral de las personas.

Por lo anterior, invitó a la comunidad católica y a todos los sectores de nuestra sociedad local a poner una especial atención en el contenido del proyecto de Ley General de Educación, a fin de que todos participemos de un proceso de contribuciones válidas y positivas que lleven al mejoramiento de la educación chilena.

Desde la mirada cristiana, monseñor Carlos Pellegrin manifestó que debemos reconocer que el proyecto de ley, adolece de la dimensión profundamente valórica que debe contener la formación integral de las personas. Por ejemplo, la formación en temas como el amor y la sexualidad, la conciencia moral y el desarrollo de la dimensión ético social.

“Temas como el lucro, la selección de los alumnos, la equidad con igualdad, deben ser tratados con mucho cuidado y no ser usados como estandartes que pueden limitar la libertad de enseñanza”, subrayó. Al respecto, agregó que sería importante no perder de vista la necesidad de un cambio importante hacia la descentralización de las escuelas municipales, que no cuentan con espacios de autonomía y libertad para la elaboración de proyectos educativos pertinentes; además de autogestionarse económica, curricular y administrativamente.

Por otra parte, llamó a los parlamentarios católicos de la zona a que puedan aportar en la transmisión de la mirada de la Iglesia sobre la materia, explícitamente señalando los aspectos valóricos, sin quedar al nivel de los que tímidamente el proyecto denomina los “principios llamados a inspirar el sistema educativo”.

Sin embargo, indicó que es imperioso entregar un respaldo ciudadano a quienes han hecho un importante esfuerzo en buscar caminos de mejoramiento a la educación chilena a través de este proyecto de ley. De hecho, agregó que hay que reconocer muchos aspectos positivos contenidos en el proyecto, en lo que se refiere a propuestas concretas hacia el desarrollo de una serie de competencias y destrezas, relacionadas con el dominio y conocimiento de las ciencias, el desarrollo de los hábitos sociales y muchas preocupaciones de los mismos educandos.

Por todo lo anterior, reiteró que el llamado de la Iglesia a la sociedad chilena es informarse sobre este proyecto de ley, y sumarse a una reflexión detenida y seria.

V Conferencia de Aparecida

El Obispo de Chillán reiteró además su invitación a los católicos, a continuar en oración para que la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, sea realmente una respuesta válida a los actuales desafíos de la evangelización.

La idea del encuentro de Aparecida es que nuestra Iglesia se disponga al discernimiento de “los signos de los tiempos” en el contexto de la realidad que hoy vivimos en los países de Latinoamérica, donde se encuentra el 50% de los fieles de nuestra Iglesia Universal, siendo capaces de proyectar un camino renovado para la evangelización en el continente y ser un modelo para los católicos en todo el orbe.

Al respecto, el obispo señaló que “la situación socio-política de las últimas décadas ha llevado a la Iglesia a un compromiso renovado con una opción preferencial por los más pobres y postergados.” En ello, hay temas que no pueden quedar afuera como: la desigualdad que ha provocado el neoliberalismo; la secularización; y los aspectos negativos de la globalización.

A partir de esta V Conferencia, indicó Mons. Pellegrin, la Iglesia está llamada a abrirse a una gran misión, tanto a dentro de nuestras fronteras continentales, como llevando la evangelización a aquellos lugares del mundo donde aún no se escucha la Palabra de Dios.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 18-05-2007