El segundo día del Encuentro Mundial de Párrocos se inició con la intervención de expertos, luego se vivió un momento de oración personal, para dar paso al trabajo en grupo sinodales.

La metodología es similar a la usada en los encuentros de escucha que se realizaron a nivel nacional y diocesano; en esta jornada, los participantes hablaron de sus experiencias respecto de los diferentes carismas, vocaciones, y ministerios en la vida de la parroquia y la diócesis; primero en una ronda abierta y después con tiempo para profundizar.

“Este encuentro ha sido un regalo, una bendición. Somos 194 párrocos de 99 países. Un trabajo que nos tiene muy cercanos a nuestras propias comunidades, ya que el tema es hablar de los consejos parroquiales, económicos, las celebraciones, las realidades cotidianas, de las personas con las que conformamos la iglesia local de origen”, describe el sacerdote Luis Flores Quintana, quien ha tenido el desafío de representar a Chile.

Respecto de la dinámica escogida y el trabajo en grupos, señala: “Es riquísimo y agotador, ya que hay que compartir, discernir y escuchar en medio de una diversidad increíble. En mi grupo de 10 personas, incluso hay un párroco de Ucrania y nos ha impactado su testimonio ya que tiene 3 parroquias en una zona ocupada por el ejército Ruso y 3 que no, lo que lo hace cruzar constantemente en medio de la guerra. Cada uno tiene sus particularidades que no dejan de sorprendernos y reconocer el paso de Dios por cada rincón del mundo”.

Esta actividad de carácter mundial, se realiza a unos 30 kilómetros de Roma, en la hermosa localidad de Sacrofano, lo que en cierta medida les da privacidad y les permite concentrarse en la importante tarea que les ha sido encomendada. Sin embargo, la poca conectividad ha hecho que los participantes tengan dificultad para comunicarse con sus comunidades, por lo que el padre Luis aprovecha esta oportunidad para agradecer a quienes le han dejado mensajes. “Agradezco los saludos y muestras de cariño, pero por el lugar en que estamos y el escaso tiempo del que disponemos, me es imposible responder individualmente. Los tengo en oración a todos y cada uno, de mi actual parroquia, de las anteriores, del trabajo diocesano y el nacional; uno, en estas instancias, no puede dejar de recordar y agradecer su historia de vida y fe; y a las personas que han estado, que están y que seguramente seguirán estando, Dios mediante”.

Una de las imágenes que caracterizó este día de trabajo, fue la celebración presidida por el patriarca Armenio (con Mitra amarilla redonda en la fotografía 2) que demuestra la riqueza de los ritos que se practican en las diferentes partes del mundo y el respeto con que se están viviendo, en esta instancia de párrocos.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán , 02-05-2024