Delegación para las Comunicaciones de la Diócesis de Valparaíso participa en seminario de Comunicación y Evangelización en Roma
Equipo asiste al 14° Seminario de Comunicación y Evangelización organizado por la Pontificia Universidad Santa Cruz.
La Delegación Episcopal para las Comunicaciones de la Diócesis de Valparaíso se encuentra participando en el 14° Seminario Profesional de Oficinas de Comunicación de la Iglesia “Communication and evangelization: context, attitudes and experiences”, organizado por la Pontificia Universidad Santa Cruz, Roma.
La propuesta formativa convoca a los profesionales de las comunicaciones de Iglesia de todo el mundo, que se reúnen a reflexionar, compartir saberes y experiencias en torno a su quehacer. Asimismo, este año, el seminario coincide con el Jubileo para las Comunicaciones.
El
Delegado Episcopal para las Comunicaciones, P. Sebastián Vásquez, indicó que
“para nosotros como Delegación, es muy importante y significativo poder asistir a este encuentro en donde compartimos con otros hermanos que trabajan en lo mismo, nos escuchamos y nos enriquecemos de la experiencia de los otros”. Asimismo, agregó que
“nos resulta más significativo, además, porque coincide con el Jubileo de las Comunicaciones, en donde el Papa nos invitará a comunicar con esperanza las verdades de nuestra fe y testimoniar en cada una de nuestras diócesis y comunidades el amor que el Señor nos ha regalado y nos invita a compartir".
Además, el equipo diocesano participó en la Audiencia General del Papa Francisco de este miércoles 22 de enero, en el Aula Pablo VI.
Los equipos de comunicación y la Iglesia
Para el
P. Máximo Jurcinovic, Director de la Oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal Argentina, la relación entre los equipos de comunicación y la institución eclesial debe afrontar varios desafíos,
“lo primero que hay que lograr es, ante todo, una opción de confianza en la comunicación profesional de la Iglesia, creo que esto necesita un doble trabajo de humildad: de la Iglesia, de aceptar el profesionalismo, aceptar la mirada de los comunicadores. Ahora, también de los comunicadores muchas veces de aceptar con humildad que no llego a un lugar donde todo está mal hecho, porque es verdad, muchas veces a la Iglesia le cuesta entender, pero también muchas veces los comunicadores somos demasiado taxativos, esto tiene que hacerse así, y claro, a la persona esto le genera un cierto rechazo la institución. Entonces en primer lugar, tenemos que recuperar las mesas redondas en donde nos sentemos todos, los obispos, los curas, los comunicadores, los que nos ocupamos de la comunicación en la iglesia y de generar un encuentro de reflexión. Ahora, sí creo que todos tenemos que tener más humildad para saber cuál es nuestro aporte, porque tampoco podemos pensar como comunicador que en la Iglesia todo se soluciona con la comunicación. Entonces, creo que tenemos que entender nuestro servicio en clave de aporte, y saber estar y saber corrernos, saber hablar y saber cuándo tengo que callarme, para entender fuertemente nuestro lugar en la Iglesia, eso me parece que es importante. Después, creo que tenemos que crecer en confianza, crecer en capacidad de encuentro, y, sobretodo, tenemos que crecer en profesionalidad, pero confiando los unos de los otros”.
Laicos en salida
En relación a los desafíos de los laicos en la actualidad,
Pilar Río, profesora de Teología de los Sacramentos de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, sostuvo que
“yo creo que un desafío de los laicos es realmente ser Iglesia en salida, laicos en salida, pero yo lo entiendo como no en salida, sino que hay que estar donde estamos, que es nuestro lugar, es nuestro lugar de llamada, de vocación y de misión. Pero, por otra parte, también hay que salir, no podemos quedarnos en ambientes protegidos, en ambientes que consideramos sanos, donde nos entendemos, donde compartimos las mismas cosas, las misas ideas, tenemos que salir a este mundo nuestro tan necesitado”.
Sobre el Sínodo de la Sinodalidad y el rol de los laicos, expresó que
“la actuación del sínodo nos presenta fundamentalmente un desafío de relaciones, esto ha quedado puesto muy de relieve, que la Iglesia es un misterio de relaciones personales, entonces el gran desafío es que estas relaciones sean relaciones entre iguales, relaciones de respeto, relaciones de cariño, relaciones de compañía, de sostenimiento recíproco. Vienen las diferencias porque hay funciones distintas, hay condiciones de vida distintas, hay vocaciones distintas, hay hombres y mujeres, pero todo esto, a través de relaciones impregnadas de caridad, pueden ser en este momento una gran ayuda para que la Iglesia se renueve y se transforme realmente en la realidad, en un misterio de comunión no teórico si no real”. Además, añadió:
“Lo que veo es que el cambio no se puede dar solo a nivel de encargo intraeclesial, sino que es muy importante que los laicos tomamos conciencia de que es nuestro deber también participar y trabajar intraeclesialmente pero que el mundo nos espera porque el anuncio del Evangelio tiene que llegar hasta el último rincón de la Tierra, el mandato misionero de Cristo sigue siendo actual y esto depende de la inmensa mayoría pueblo de Dios que somos los fieles laicos”.
Fuente: Comunicaciones Valparaíso
Valparaíso, 23-01-2025