En esta oportunidad, 29 de ellos hicieron historia al ser parte de la primera Jornada Nacional de la Juventud (JNJ 2025), un sueño que lograron con esfuerzo, perseverancia y un corazón dispuesto a encontrarse con Cristo y con miles de peregrinos de todo el país.
Ubicada en la Cuarta Región de Chile, en la Provincia del Limarí, la comuna de Combarbalá se encuentra a más de 300 kilómetros de La Serena (una de las más lejanas de la Arquidiócesis). Su comunidad parroquial, “San Francisco de Borja”, ha sido por años un pilar en la vida de fe de sus habitantes, especialmente de los jóvenes, quienes con gran entusiasmo y compromiso han respondido al llamado de la Iglesia.
El pasado 26 de enero culminó esta gran fiesta de la fe, pero el testimonio de los jóvenes de Combarbalá sigue resonando con fuerza. Su travesía no fue fácil: largas jornadas de preparación, actividades de recaudación de fondos y la distancia geográfica no fueron obstáculo para que estos valientes peregrinos llegaran a La Serena, convencidos de que su esfuerzo sería recompensado con una experiencia inolvidable.
Alejandra Chacín, una de las participantes, compartió con emoción lo vivido en la vigilia del sábado 25: "Fue preciosa, emocionante, me encantó. De verdad que fue algo maravilloso. Tantos jóvenes, tantas religiosas, religiosos, sacerdotes, tanta alegría, tanta música... fue algo bellísimo. Y la misa de clausura también fue muy bonita, se veía la alegría y la emoción de todos los asistentes. Las palabras de mi Señor fueron una invitación a seguir adelante y a seguir apostando por los jóvenes, a continuar en la formación y en la alegría que ellos reflejan".
Lucas, otro joven combarbalino, describió su vivencia como: "bastante entretenida y muy dinámica". Resaltó especialmente las canciones que motivaron y movieron a los asistentes, generando un ambiente de oración y alegría que les permitió encontrarse con Dios de una manera especial.
Por su parte, Felipe Cortés enfatizó que "fue una experiencia única y llena de bendiciones, donde pude fortalecer mi fe y compartir con jóvenes que comparten la misma fe en Dios. Vivir estos momentos profundos de oración y reflexión marcó mi vida de manera muy especial, llenándome de paz y de mucha esperanza".
Javiera, quien forma parte de la comunidad de la capilla “Inmaculada Concepción” de Cogotí 18, también destacó la importancia de este encuentro: "Fue demasiado gratificante y emocionante ver a tantos jóvenes unidos por el amor a Dios. Si bien ya había participado en una Jornada Mundial de la Juventud, esta experiencia fue especial porque vivir una JNJ en Chile es algo hermoso. Es un sentimiento inexplicable, un regocijo gigante en el corazón".
Cada testimonio refleja la profundidad de la vivencia que estos jóvenes llevaron en su corazón. Su presencia en la JNJ 2025 es un signo del ardor y la convicción con la que la juventud chilena abraza su fe, demostrando que ni la distancia ni los desafíos pueden apagar el fuego de la evangelización.
Ahora, con la mirada puesta en el futuro, los jóvenes de Combarbalá ya sueñan con la próxima JNJ, animando a otros a sumarse y a vivir la alegría de ser Iglesia. Porque, como ellos mismos lo han demostrado, cuando el corazón arde por Cristo, no hay obstáculo que impida el encuentro con Él.
Fuente: Comunicaciones La Serena
Combarbalá, 01-02-2025